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06 de noviembre 2012.- El jefe de asuntos políticos de la ONU habló el martes al Consejo de Seguridad sobre informes creíbles de que el Gobierno sirio está utilizando bombas de racimo, y fuentes diplomáticas señalaron que el mediador de paz Lakhdar Brahimi ha instado a Rusia a ser más “proactiva” para poner fin a la guerra.

Jeffrey Feltman, subsecretario general de la ONU para asuntos políticos, hizo estas declaraciones en una sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad sobre Siria, según delegados. Las fuentes también dijeron que Brahimi instó a Rusia este fin de semana a hacer más por poner fin a la guerra. “En su reunión con (el ministro ruso de Exteriores, Sergei) Lavrov, Brahimi instó a Rusia a adoptar un papel más proactivo para resolver la crisis siria”, dijo a Reuters un diplomático bajo condición de anonimato.

Feltman confirmó a la prensa tras la reunión que había informado al consejo sobre “informes creíbles sobre el uso de bombas de racimo por parte del Gobierno”. También señaló que las supuestas atrocidades cometidas por rebeldes son también una seria preocupación.

Las bombas de racimo están prohibidas por un tratado de 2010, aunque Siria, al igual que Israel, Rusia, Estados Unidos y otros países que producen o supuestamente emplean estos artefactos no suscribieron el acuerdo. El embajador ruso en la ONU, Vitaly Churkin, declinó hacer comentarios a la prensa cuando le preguntaron por las palabras de Feltman.

Rusia ha acusado a las potencias occidentales de preparar en Siria una intervención militar al estilo libio que llevaría a la caída del presidente Bashar el Asad, aliado de Moscú y gran comprador de armas rusas. Moscú ha prometido evitar esa situación. Unas 32.000 personas han muerto en el conflicto sirio.

El embajador británico, Mark Lyall, dijo a la prensa que espera que Brahimi presente al consejo un plan para Siria antes de final de mes. “Esperamos que el señor Brahimi venga con algunas ideas y algunas recomendaciones para acciones del consejo”, dijo. “Creemos que ya ha pasado de sobra el momento en el que el Consejo tiene que tomar medidas más fuertes que los pocos comunicados (…) y resoluciones que hemos adoptado hasta ahora sobre Siria”.

Brahimi dijo el domingo que espera que el Consejo de Seguridad emita una resolución basada en un acuerdo al que llegaron en junio que pida un Gobierno de transición en un intento por detener el derramamiento de sangre. Sin embargo, en la misma rueda de prensa en El Cairo, Lavrov rechazó entonces la necesidad de una resolución, diciendo que otros están avivando la violencia al apoyar a los rebeldes, comentarios que subrayaron el profundo estancamiento que gira en torno a la guerra civil siria.
Punto muerto

Los periodistas preguntaron a Lyall Grant sobre la petición de Brahimi a Rusia de que sea más proactiva para ayudar a poner fin al conflicto. “Creo que espera que todo el mundo sea más proactivo”, dijo. “Pero claramente el hecho de que Rusia y China han vetado tres veces los esfuerzos del Consejo por adoptar acciones más decisivas contra el régimen, hay una responsabilidad especial sobre ellos”.

“Ellos apoyan al régimen de Asad, y por lo tanto tienen una responsabilidad especial como miembros permanentes del consejo para detener esta violencia”, añadió Lyall Grant.

El Gobierno sirio y una serie de grupos de oposición aceptaron la propuesta de Brahimi de un alto el fuego para la festividad religiosa islámica de Eid al Adha, que se celebraba del 26 al 29 de octubre, pero apenas hubo un receso en los combates.

En general, Feltman dijo que desde el viernes la violencia ha regresado a los niveles de antes del 26 de octubre y que de hecho, en el norte ha aumentado. También señaló que el 30 de octubre se produjo el primer ataque de cazas del Gobierno sirio sobre suburbios de Damasco. El Ejército había recurrido a los helicópteros hasta entonces.