RAB. SERGIO SLOMIANSKI

En la Perashá de esta semana, (se encuentra una sección de las más difíciles de comprender de toda la Torá), se habla acerca de Yaacov quien “engaña” a su padre y “roba” las bendiciones de Eisav. Yaacov Avinu es el patriarca que representa la “Verdad” como dice en Mijá 7:20 “Titen Emet L´Yaacov” “Dá la verdad a Yaacov…” y aquí lo encontramos involucrado en una trama, en la cual, aparentemente “engaña” y “roba”.

El Zohar, en el comienzo de la Perashá nos explica el pasuk: “Y después salió su hermano y su mano estaba agarrando el tobillo de Eisav, y su nombre fue llamado Yaacov” (Bereshit 25:26). Diciendo que Eisav es comparado con la “Najash Hakadmoni” (serpiente original). La misma fuerza que está representada por la serpiente que engañó a Adam y a Javá para que comieran del árbol del conocimiento, está personificada por Eisav.

¿Cómo nos dice la Torá que debemos confrontar a esa “Serpiente original”? Dice el pasuk: “Y lo atacarás en el tobillo” (Bereshit 3:15). Para tener éxito, en contra de la fuerza de esa serpiente, deberás agarrarla por atrás. Esta es la única manera de lidiar con la serpiente y con Eisav.

El Zohar dice que cuando el pasuk menciona que la mano de Yaacov estaba agarrando el tobillo de Eisav, es una señal de cómo Yaacov Avinu, a futuro, tendrá que lidiar con Eisav. Tendrá que atacarlo por el tobillo, teniendo que ser a veces engañoso y astuto. Eso es a lo que se refieren nuestros sabios sobre el pasuk “Con alguien puro te presentas puro, pero con alguien perverso, actúas de forma astuta”. (Shmuel II 22:27). Así aún Yaacov, el hombre de la “Verdad”, tiene que luchar con Eisav por medio del “tobillo”, lo que ya se encuentra representado en su nombre.

Por otro lado los comentaristas nos dicen sobre el pasuk: “Y Yaacov era un Ish Tam (un hombre simple) que habitaba en las cabañas”, (Bereshit 25:27), que Yaacov no era “Tam” (simple), sino “Ish Tam (un hombre simple)”. La primera expresión se refiere a alguien que es inocente y eso no es lo que la Torá nos dice con respecto a Yaacov. Dice que es un “Ish Tam”, que está en control de su “Tmimut” (simplicidad). El puede controlar y usar esa simplicidad como él lo desee. Existen ocasiones cuando Yaacov actuará rectamente, pero siendo alguien que puede controlar su simplicidad podrá atacar en el tobillo también, si la ocasión así lo amerita.

Esto describe toda la historia de Yaacov y Eisav y sus respectivos descendientes. Habrá ocasiones en la historia, en las que nosotros como pueblo judío, no podremos luchar con los descendientes de Eisav, frente a frente. Tendremos que imitar el comportamiento de nuestro patriarca Yaacov.

Rav. Elie Munk, menciona que Yaacov pasa por dos cambios de nombre en la Torá. Primero, Yaacov es cambiado a Israel. Rashi allí comenta, que “Yaacov” se refiere a alguien que espera para poner una emboscada. Vendrá un tiempo en el cual será llamado “Israel”, connotando a un oficial y un príncipe. Entonces podrá confrontar a Eisav cara a cara como un igual.

Sin embargo, encontramos que aún después de que Yaacov fue llamado Israel, la Torá todavía se refiere a él en algunas ocasiones como “Yaacov” y en otras ocasiones como “Israel”… ¿Por qué? Porque Yaacov no puede todavía abandonar totalmente las prácticas de “Yaacov”. A lo largo de la historia judía, ha habido ocasiones en que nosotros como pueblo nos hemos apoyado en las tácticas de “Yaacov”, sin poder manejarnos con el nombre de “Israel”.

Sin embargo, al final de los días nos dicen nuestros sabios que Yaacov pasará del nombre de “Yaacov” y de “Israel” al nombre de “Yeshurun”, que significa recto, derecho (de la palabra “Yashar”).

Cuando las naciones del mundo finalmente lleguen a reconocer la grandeza de Israel, entonces Yaacov podrá ser transformado al nombre “Yeshurun” y no tendrá que lidiar más con Eisav, con trucos ni engaños.

Esto es lo que Yeshaya Hanavi (Isaias 40:4) enseña al decir:”Y el engañoso será convertido en recto”
(V´haya ha´akov l´mishor). Rav. Munk dice que esto se refiere al nombre de Yaacov al convertirse en el nombre de “Yeshurun”. Entonces abandonaremos las prácticas que se nos impusieron, las de “Yaacov” y nos conduciremos estrictamente de acuerdo a las prácticas de “Yeshurun” (rectitud).