RICARD GONZÁLEZ/EL PAÍS

Un tribunal egipcio ha sentenciado a pena de muerte a seis cristianos coptos emigrados a EE UU por ofender la fe islámica al estar involucrados en la producción del vídeo Inocencia de los musulmanes. La publicación en Internet de un fragmento del filme justo antes de la conmemoración del aniversario de los ataques del 11-S provocó una ola de protestas en el mundo islámico que se saldó con el ataque a varias embajadas de países occidentales.

El veredicto del tribunal, según recoge el diario Al Ahram, ha sido criticado por un representante de la Iglesia copta, mayoritaria entre los cristianos de Egipto, que representan aproximadamente un 10% de la población. El obispo Marco ha declarado que la sentencia es “dura”, si bien recordó que la Iglesia condena de forma inequívoca las ofensas contra cualquier religión.

La autoría del vídeo fue sujeta a todo tipo de conjeturas. En un primer momento, se difundió que su autor era el misterioso Sam Baccil. No obstante, pasados unos días, el cristiano copto estadounidense Mark Basseley Yousseff (o Nakoula Basselef Nakoula) reconoció en una entrevista a The New York Times que él era el autor del vídeo.

Esta es la segunda sentencia contra Nakoula en menos de dos meses. Un tribunal de California condenó al productor a un año de cárcel y cinco de libertad vigilada por poseer un carné de conducir falso y por haber mentido a los agentes que le interrogaron. Nakoula estaba en libertad condicional por un delito de fraude cuando produjo el vídeo, por lo que violó una de las condiciones de su puesta en libertad al usar diferentes nombres. El autor del vídeo había sido ya condenado en 2010 por fraude bancario.

Además han sido declarados culpables en ausencia otros cinco cristianos coptos, entre ellos Maurice Sadek, conocido, como señala Al Ahram, por sus tendencias ultraconservadoras, y el pastor Terry Jones. Este último se hizo famoso hace un par de años al anunciar públicamente que quemaría un ejemplar del Corán, el libro sagrado del islam, ante su parroquia, en una pequeño pueblo del Estado de Florida (EE UU). Aquel incidente encendió también la ira de musulmanes de todo el mundo.

Por otro lado, varios cristianos coptos han sido procesados en otros tribunales por haber difundido el vídeo en Egipto. Por ejemplo, Bihoy Kamel, un maestro de una pueblo del sur del país, fue condenado a seis años de cárcel por compartir la controvertida grabación en su página de Facebook, y por insultar al presidente Morsi. Alber Saber, un adolescente copto, se encuentra detenido a la espera de juicio por la misma razón.

Las asociaciones de Derechos Humanos han criticado que existan dos varas de medir a la hora de aplicar la ley que castiga las ofensas a la religión, ya que se aplica con dureza a los cristianos coptos, mientras raramente se hace lo propio con los musulmanes. Por ejemplo, un imán salafista difundió el vídeo Inocencia de los Musulmanes en su programa de televisión, y no ha sido condenado.