A la izquierda, Antonia Ashkenazi de Shabot; a la derecha, Friedel (Frida) Kaufman de Magún

Antonia Ashkenazi de Shabot (1930-2012)

Fue tesorera del Comité de Damas de la Comunidad Maguen David.

Mujer muy entregada a la comunidad y ayuda social siguiendo la tradición y enseñanza de su padre Abraham Ashkenazi, que fue fundador del sistema de filantropía de la Comunidad Maguen David por los años 30´.

Mujer con criterio muy abierto, se distinguió por una generosidad muy intensa, disfrutando muchos a nietos y bisnietos, a los que recibía en comidas de viernes, multitudinarias, donde siempre cumplía los gustos en cuanto a la comida a cada uno de sus invitados.

En la medida que su marido Moisés Shabot, fue un pilar comunitario, fue su mancuerna para mucho del activismo social que desarrollo como familia.

A Antonia le debemos haber educado a varias personalidades destacadas de nuestra Comunidad: Ezra y Esther Shabot, periodistas e internacionalistas; Rabino Abraham Shabot, Director de la Yeshivá Keter Torá; Sofía Shabot, pedagoga y Directora de una de nuestras Instituciones Educativas y Elías Shabot, activista y cantante de ópera.

Friedel (Frida) Kaufman de Magún (1925-2012)

Frida fue sobreviviente del Holocausto. Sin embargo, la historia que cuenta en el libro “El Rostro de la Verdad” (Memoria y Tolerancia) es una historia de amor, porque, a pesar de las terribles condiciones que relata en los campos de concentración por los cuales transitó, David Magún fue “mi primer amor y el único de toda mi vida”.

“David y yo fuimos con el escribano del ghetto para que me cambiara el apellido a Magún: ya eramos marido y mujer, ésa fue la manera de casarnos”. Más adelante. Frida se queda en el campo de Kaiserwald, donde está David, negándose a ir con sus padres a Estonia: “en las noches, varias muchachas nos metíamos entre los alambres de púas que dividían los campos para vera nuestros esposos; ésos eran nuestros únicos momentos felices” .

Finalmente, Frida llega a México: “Juntos sobrevivimos, juntos nos restablecimos y formamos una bonita familia. Desgraciadamente, lo perdí joven. Nunca me volví a casar porque, después de un amor así; ¿puede existir otro?”.