BARAK RAVID PARA LA RAZÓN

¿Qué significa el estatus de «Estado observador» palestino?

– Por primera vez la Asamblea General de la ONU va a reconocer a Palestina como estado. No importa tanto el adjetivo de «observador» como el hecho de que adquiera el estatus de «Estado» sobre las fronteras de 1967. Aunque se trata de un reconocimiento simbólico, supone un avance diplomático y político para Palestina en la escena internacional.

Palestina es hoy un territorio dividido entre Gaza y Cisjordania, ¿a qué territorio hace referencia la ONU?

–La resolución de la ONU incluye no sólo a Cisjordania, sino también a Gaza y a Jerusalén Este. Esto significa que la comunidad internacional da por sentado que, una vez que se cree el Estado Palestino, éste comprenderá estas tres zonas.

¿Cómo afectará la bicefalia de Hamas y Al Fatah al desarrollo del «Estado observador»?

– Obviamente los palestinos deben resolver su proceso de unificación como paso previo a la creación de un Estado propio. Por ahora, Hamas se mantiene reticente a la negociación porque la reconciliación significaría que debería abandonar el control de la franja de Gaza, algo a lo que no está dispuesto. Quizás, como consecuencia del fin de la operación militar en Gaza y después del reconocimiento en la ONU, la opinión pública palestina puede exigir con más insistencia la reunificación y puede forzar a Hamas a dar un paso hacia adelante.

Después de la operación «Columna Defensiva», Hamas mejoró su popularidad en Gaza y Cisjordania . ¿Necesitaba Mahmud Abas este paso para contener el alza del movimiento islamista?

– Sin ninguna duda. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina debía ofrecer algún tipo de logro a su población. Hamas trató de presentar a la operación militar como un éxito, aunque ésta sea discutible por el nivel de destrucción y de muerte.

¿Cómo afectará el nuevo estatus al conflicto con Israel?

–Estamos en una encrucijada. Por una parte, Palestina ha obtenido el estatus de Estado observador sin que se haya podido hacer nada para impedirlo y por otra parte, Israel acude a las urnas el próximo 22 de enero. La clave está en el día después de las elecciones, cuando el Gobierno israelí deberá decidir entre relanzar las conversaciones de paz o mantener el status quo. Si Israel opta por la primera opción será positivo pero si se decanta por la segunda, la inacción podría conducirnos a un nuevo escenario de la escalada de violencia.

¿Los palestinos estarán preparados para la negociación?

– Creo que no tendrán más opciones. Después del reconocimiento de la comunidad internacional de Estado observador, los palestinos deben responder y lo que se les exige es la vuelta a la mesa de diálogo.

La UE se ha decantado entre el sí y la abstención. ¿Israel no llega al corazón de Europa?

– El mensaje de la UE está claro: reclaman el fin de los asentamientos en territorio palestino. Es un mensaje negativo para Israel.