LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

La lluvia de misiles que lanzó el movimiento terrorista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, hacia Israel en noviembre pasado, fue impulsada por Irán con el propósito de distraer la atención del mundo de su programa nuclear con fines militares. Irán proporcionó misiles de largo alcance Grad, modificados, y Fajar 5 a las milicias de Hamas, así como financiamiento, entrenamiento y un verdadero arsenal que aterrorizó a un millón de personas en el Sur de Israel; muchas de ellas, viven en constante stress, especialmente los niños.

Varios misiles llegaron a las puertas de Jerusalén y Tel-Aviv. Las medidas preventivas que Israel ha instrumentado para enfrentar a los misiles, entre otras, cuartos blindados en las casas y refugios en diferentes partes de las ciudades y un sofisticado sistema para interceptar misiles (Domo de Hierro), evitaron que se registrara una tragedia en la población de Israel.

El Ejército de Israel respondió a Hamas a través de la operación denominada “Pilar de Defensa”, que consistió en múltiples bombardeos de precisión contra sus centros operativos, plataformas de lanzamiento de cohetes y misiles, fábricas y depósitos de armas, que causaron graves daños a su infraestructura militar, encubierta en mezquitas, escuelas, hospitales, y otros centros civiles; un problema de estos ataques fue la gran densidad de población de Gaza, lo que provocó numerosas bajas en esta última, hecho que originó críticas contra Israel en todo el mundo. Ello fue inevitable ante la obligación del gobierno de Israel de realizar una acción militar para proteger a su población.

La ofensiva militar de Hamas contra Israel, fue promovida por sus líderes en Gaza como una victoria simbólica contra ese país y como un triunfo de Hamas en relación a su rival Mohamed Abbas, presidente de la Autoridad Palestina que gobierna en Cisjordania; analistas políticos consideran que Abbas tendrá que tener presente a Hamas en sus futuras negociaciones con Israel.

Asimismo, Hamas ganó simpatía de parte de la población de Jordania, apoyada por la Hermandad Musulmana, que ha creado inestabilidad en ese país desde la Primavera Árabe, para obtener una mayor participación en el gobierno jordano y para que este rompa las relaciones diplomáticas con Israel; la situación económica de Jordania muestra creciente deterioro.

En este contexto, el Ejército de Israel estuvo a punto de realizar una operación militar terrestre en Gaza, similar a la de Plomo Fundido al final del 2008 y principios del 2009, empero, aparentemente, fue frenada por EUA y Egipto, cuyo presidente Mohamed Morsi (MM) enfrenta fuertes presiones de la Hermandad Musulmana, de la cual es miembro, para que se establezca la ley islámica (Saharia) en esa nación.

MM aprovecha el entorno de incertidumbre reinante en Egipto, para reforzar su poder mediante la emisión de decretos autoritarios, que la oposición política egipcia califica de preámbulo para el surgimiento de un nuevo Faraón.

El autoritarismo de MM ha originado una nueva revuelta de la ciudadanía y este ha aceptado moderar el alcance de su poder dictatorial; no obstante, no se descarta que las revueltas en curso puedan desembocar en una guerra civil y en un eventual rompimiento diplomático con Israel.

La tregua entre Israel y Hamas podría ser efímera; un número importante de israelíes expresaron su deseo de que su Ejército llevara a cabo una ofensiva terrestre para dar un golpe para acallar a Hamas por un buen tiempo. El anuncio del Ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, de su retiro de la política a dos meses de las elecciones legislativas de ese país, pudiera confirmar las intenciones de la ciudadanía israelí frente a Hamas. Irán ha extendido su influencia en el Medio Oriente; Irak cayó bajo la esfera de su influencia; los atentados en esa nación se han incrementado significativamente. Igualmente los terroristas de Hezbolá se han restablecido en el Sur de Líbano con el apoyo de Irán quien también ha fortalecido su presencia en el Occidente de Afganistán y está alebrestando a los grupos radicales de los ricos países del Golfo Pérsico.

La amenaza que representa Irán para Israel, y en general para el mundo, induce a pensar en que Israel llevará a cabo en un futuro próximo, un “ataque quirúrgico” a las plantas nucleares de Irán, Fordo y Natanz, que de acuerdo a Foreign Policy, “se limitaría, en el mejor escenario, a un día o dos sin bajas civiles, que garantizaría la supremacía de EUA en la región para la siguiente década”. Por otra parte, Obama tiene un compromiso moral de apoyar a Israel, 70.0% de los judíos estadounidenses votaron por él en las pasadas elecciones presidenciales de noviembre. En este sentido, Obama tendrá que tener un mayor empeño en ponerle un alto a Irán; el reto será involucrarse para mantener su hegemonía sin presencia militar, para no elevar el gasto bélico que entorpecería la recuperación que ya se advierte en la economía estadounidense.