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11 de diciembre 2012.-Seis prestigiosos escritores de renombre internacional, entre los que se encuentra el premio Nobel turco Orhan Pamuk, el israelí David Grossman y el italiano Claudio Magris (premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2004), han enviado una carta abierta al presidente sirio, Bashar Al Assad, en la que le piden que ponga fin a la violencia y que abandone el poder.

En la carta, miembros de la denominada “Agrupación de Escritores por la Paz”, con sede en Estrasburgo, aseguran que “el martirio del pueblo sirio aflige a la humanidad”, y que “Siria, este bello país cuya historia es una lección de grandeza para la humanidad, está en proceso de desaparición”. Los literatos enumeran después los horrores de la guerra en Siria: ciento cincuenta muertos diarios, innumerables refugiados, desapariciones, heridos fallecidos por falta de atención sanitaria.

A partir de ahí, el tono de la misiva es muy duro: “Todo esto lo sabe usted, señor Presidente, dado que recibe montones de informes diarios en su despacho. Su lectura puede que le asuste, o quizá esté usted simplemente sonriendo. Pero no alimente ilusiones: la ayuda que recibe de ciertos países, directamente como Rusia o China que bloquean las acciones del Consejo de Seguridad, o indirectamente a través del silencio, no pueden legitimar sus actos o reducir su horror”, afirman los firmantes, entre los que se incluyen también el argelino Boualem Sansal, el franco-alemán Alfred Grosser y el alemán Martin Walser.

“Tarde o temprano tendrá usted que responder de ellos frente a la justicia siria o internacional”, añaden.

Memoria histórica

Los escritores le piden a Assad que renuncie, asegurando que “es la única solución real para todo el mundo, para el pueblo sirio, para usted, para su familia, para sus amigos, para la región y para el mundo”, añadiendo que otros líderes, como los presidentes argelinos Chadli Benjedid o Liamín Zerual, el egipcio Hosni Mubarak o el yemení Abdullah Saleh también lo hicieron “cuando sus países estaban en peligro extremo”.

El importante bagaje cultural de los autores queda de manifiesto en una poco conocida referencia histórica casi al final de la carta. “Si rusos y chinos rechazan aceptarle, vaya a Argelia. Los argelinos tienen una gran memoria, y seguro que recordarán que Siria dio hospitalidad a su héroe, el Emir Abdelkader, después de que éste fuese derrotado por Francia y autorizado en 1852 por su amigo Napoleón III”, indican.

“Fuera de esta solución, solo hay otra para usted, aunque desafortunada para su familia: la muerte, como Sadam Husein o Gadafi. O cadena perpetua en una celda saneada en La Haya”, concluye la misiva, firmada el 7 de diciembre, aunque publicada ayer en internet.

Orhan Pamuk y David Grossman ya se habían destacado anteriormente por tomar partido en el conflicto de Siria. En junio de 2011, firmaron otra carta abierta junto a intelectuales como Bernard Henri-Levy, Umberto Eco, Salman Rushdie, Amos Oz y Wole Soyinka, pidiendo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que adoptase una resolución de condena al régimen sirio por sus crímenes contra sus ciudadanos.

Finalmente, dicha resolución fue vetada por los gobiernos de China y Rusia.