RODICA RADIAN-GORDON/EXCELSIOR

Como estamos a finales de año y muchas publicaciones eligen a sus “hombre del año”, me permito presentar yo también mi elección a la “mujer del año”. En esta ocasión mi voto es para la cantante israelí Rita.

Desde su descubrimiento como cantante en la década de los ochenta, Rita ha sido un gran éxito israelí que logra también un amplio reconocimiento en otros países.

Junto a su excelente voz, su repertorio musical ha sido muy particular, lo que la ha convertido en la “Diva Israelí”, apreciada tanto por jóvenes como por un público más maduro. Nacida en Irán, Rita emigró a Israel con su familia a los ocho años de edad. Desde el lanzamiento de su primer disco, que ha sido el disco debutante más exitoso de artista israelí alguno, la carrera de Rita ha florecido también en el campo de la actuación debido a la gran presencia escénica que acompaña su carismática voz.

A finales de 2011, Rita grabó su álbum titulado Mis alegrías, inspirado en la música persa. Ella ha afirmado que a lo largo de su carrera siempre ha sido influenciada por su herencia iraní y que esta herencia ha estado presente de manera sostenida en su música. Hace dos años grabó su primera canción inspirada en música popular iraní y el año pasado publicó un libro para niños basado en una leyenda persa que su madre le solía contar de pequeña. En Mis alegrías, el proyecto que surgió desde lo más profundo de su alma, como nos cuenta ella misma, interpreta 11 canciones de los más destacados autores iraníes.

Lo que sucedió a raíz de este proyecto ha sido sorprendente, o quizás no tanto. Aparte del gran éxito que dicho disco tiene en Israel, el público iraní ha descubierto a la “Señora Rita” a través de canales de radio y televisión fuera de Irán, pero que están dirigidas a los persaparlantes y se ha enamorado de ella. Esta historia de amor no es tan obvia debido a las restricciones que han impuesto las autoridades iraníes hacía todo lo que provenga de Israel y al fuerte monitoreo del internet que ejercen. A pesar de todas estas restricciones, Rita cuenta que sus admiradores iraníes la contactan a través de su sitio de internet escribiéndole emotivas cartas.

Este remarcable fenómeno cultural ha sido cubierto a lo largo del último año por la prensa internacional por una buena razón. Aunque Mis alegrías ha sido concebido como un proyecto dirigido al público israelí, una vez más la música ha comprobado su poder de convocatoria y de construir puentes entre pueblos que supuestamente están en conflicto político, manifestando así el gran denominador común que todos nosotros compartimos. Es por ello que Rita es mi elección como la “mujer del año”.

Aprovecho este espacio para desearles a todos una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo 2013.