BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, visitó la Universidad de Bar Ilán el 5 de julio de 2009 y en su discurso dijo: “dos Estados para dos pueblos”. El 31 de diciembre de 2012, la Diputada del Partido Likud, Tzipi Hotovaly, dijo que ese discurso “fue una acción táctica dirigida al mundo”. Es decir, fue una mentira para engañar al mundo.

En lo sucesivo, ¿cómo podremos descubrir cuándo dice verdad y cuándo es mentira?

El planteamiento de Bar Ilán, condujo al Presidente de Israel, Shimón Peres, a hablar en Jerusalén, ante 160 diplomáticos, a quienes les mencionó que: “el rol de la diplomacia es, y siempre ha sido, lograr nuevos amigos, no granjearse nuevos enemigos”.

A continuación pidió que cambiáramos el actual enfoque agresivo por uno más moderado basado en el diálogo. Subrayó: “La diplomacia es el arte de lo posible….Siempre es mejor ser león con piel de cordero, que un cordero que ruja como león, asustando al mundo”.

Lo anterior se refería a que el hoy ex Canciller, Avigdor Lieberman, actuando como Ministro de Relaciones de Israel, comparó a Mahmud Abás, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, con el ministro nazi de propaganda Joseph Goebbels, acusándolo de “terrorismo político” y de “obstruir la paz”.

Peres explicó: “Conozco a Abu Mazen (nombre de guerra de Mahmud Abás) desde hace 30 años y subrayó: “Es el único líder árabe que ha dicho públicamente que está a favor de la Paz y contra el terrorismo”.

Agregó: “Abás trabaja en forma valiente, hasta el punto de poner su vida en peligro, ya que dispuso que las fuerzas de seguridad palestinas frustren ataques terroristas contra israelíes”.

Culminó diciendo: “Abás declaró a la televisión de Israel, que como refugiado que es, no tiene derecho a regresar a su ciudad natal de Safed (Tzfat)”. Enfatizando que Abás manifestó: “mientras sea presidente de la Autoridad Nacional Palestina, ¡No habrá una tercera intifada!

Indignados, los dirigentes de la coalición Likud-Beitenu dieron a conocer un comunicado en el que expusieron: “Es una vergüenza que el presidente, que sólo ejerce un papel simbólico, haya elegido expresar su opinión política personal, tan desconectada de la opinión pública”; penoso que haya expuesto su opinión ante los embajadores, pues es una opinión que fomenta la condena internacional contra Israel.

Rápidamente Tzipi Livni, ex Canciller de Israel y hoy dirigente del Partido “Hatnuá”, que participa en el actual proceso electoral para renovar al Parlamento (Kneset), felicitó al Presidente Peres, por “actuar con responsabilidad y decir a la Opinión Pública la verdad sobre la situación de Israel.

El Ex Presidente de Israel, Itzjak Navón, se extrañó del ataque derechista al presidente Peres, que pidió en su discurso: “dos Estados, dos Pueblos”, que es lo mismo que Netanyahu dijo en la Universidad de Bar Ilan, pero no lo lleva a cabo.

Por nuestra parte, consideramos que hay doble medida para calificar al presidente Peres: Quienes hoy lo atacan dicen que su cargo de presidente sólo es simbólico, que no le faculta para intervenir en política. Pero cuando Netanyahu conspiró con el Partido Republicano para evitar fallidamente la reelección de Obama, todo el Gabinete de Israel, comentó que la reelección de Barack Obama crearía serias dificultades a Israel.

En ese momento se enfocó la atención en el anciano y sabio presidente, Shimón Peres, y éste llevó a cabo una larga gira a Moscú y concluyó en Washington. Obama no recriminó a Peres por la actitud beligerante de Netanyahu. Lejos de ello dio una bienvenida al Presidente representante de un pueblo amigo: Los judíos de EE.UU. votaron en favor de Obama y contribuyeron a su reelección.
¿Fue simbólico el resultado de su misión diplomática?

Se olvidaron los críticos de Shimón Peres, que es un anciano sabio, como consecuencia de su larguísima experiencia, y a Israel lo guían los ancianos.