CON INFORMACIÓN DE EUROPA PRESS Y HAARETZ/ TRADUCCIÓN MAY SAMRA

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, designará al republicano Chuck Hagel como secretario de Defensa la semana que viene, según han informado varios medios estadounidenses, en sustitución de Leon Panetta.

Hagel fue senador de Nebraska desde 1997 hasta 2009 cuando se retiró. En una entrevista, Obama describió la semana pasada a Hagel como “un patriota” y elogió su servicio en Vietnam, su trayectoria en el Senado y su “excepcional trabajo” en el Comité Asesor de Inteligencia presidencial.

El posible secretario de Defensa ha sido criticado fervientemente por los grupos de defensa de los derechos de los homosexuales por sus declaraciones en las que cuestionaba que “una persona abierta y agresivamente gay” pudiera desempeñar de forma adecuada el cargo de embajador estadounidense. Hagel presentó el mes pasado sus disculpas por sus “insensibles” palabras pronunciadas en 1998.

Además de columnistas conservadores como Bret Stephens, del Wall Street Journal, y Bill Kristol del Weekly Standard, los grupos de derecha como la Republican Jewish Coalition y el Emergency Committee for Israel, la denuncia del record de Hagel sobre Israel también ha incluido los principales grupos judíos tales como el American Jewish Committee and la Anti-Defamation League. Abe Foxman de la ADL ha dicho que las declaraciones de Hagel sobre el “lobby judío” y acerca de que él era “un senador de los EE.UU. y no un senador israelí” – ” se acercan al anti-semitismo”

En el extremo opuesto, Hagel ha ganado el apoyo del grupo de izquierda J Street y su candidatura para sustituir al saliente secretario de Defensa, Leon Panetta, ha recibido el apoyo de Thomas Friedman del New York Times y del autor Peter Beinart. Hagel también ha ganado el reconocimiento público de los nueve ex embajadores estadounidenses, entre ellos cuatro enviados a Israel, así como de ex senadores y asesores de seguridad nacional de ambos partidos políticos.

Aunque el AIPAC, grupo de defensa pro-Israel, se ha abstenido de comentar públicamente sobre Hagel, la discusión sobre su nombramiento ha sido presentada como una “prueba del poder del lobby pro-Israel”. Desde este punto de vista, el AIPAC se enfrenta a una potencial situación de perder-perder: si Hagel es confirmado como Secretario de Defensa, esto será visto como un golpe al prestigio de la organización; pero si no lo es, se presentará como una prueba de la influencia del “lobby” todo- poderoso en la política estadounidense.

La confirmación de Hagel como Secretario de Defensa puede volver a encender el debate sobre la propia actitud de Obama hacia Israel. Los detractores del presidente, sin duda, apuntarán a la designación de Hagel como siendo la validación de una supuesta animadversión hacia Israel y de que no tiene intención de enfrentarse al programa nuclear de Irán. Partidarios de Hagel dirán que Hagel es un político imparcial que pondrá en práctica las políticas de Obama y cuyo único pecado sería que él se negó a respaldar la agenda del “lobby”.

Una cosa parece casi segura: la polémica entorno a Hagel no beneficiará a Israel,ni a sus intereses a largo plazo. Por lo tanto, es necesario que los políticos israelíes ejerzan responsabilidad, para asegurarse de que no dan en absoluto la impresión de participar a la próxima batalla en Washington.