Telehistoria

JACOBO ZABLUDOVSKY/VANGUARDIA

Las leyes de nuestra televisión no corren a la velocidad de anuncios cobrados por segundo.

De acuerdo con la agenda legislativa dada a conocer el miércoles, el uso de nuevas posibilidades técnicas en materia de comunicación electrónica empezará a discutirse entre 55 iniciativas que ocuparán a senadores y diputados durante todo este año, sin garantía de lograr aprobarlas a tiempo. Temas como el acceso a la banda ancha, la ley de competencia en radio, televisión, servicio de datos, telefonía e Internet, están pendientes de un marco jurídico adecuado a una industria cuyo desarrollo es tan rápido que si los legisladores no se ponen las pilas las leyes serán obsoletas cuando entren en vigor. Expertos calculan posible 2018 como el año en que se lograrían estas leyes. Vendrían a ser la segunda noticia más importante en la historia de la televisión en México.

La primera se publicó el domingo 30 de noviembre de 1952 en el periódico “El Redondel” bajo un encabezado sorprendente: “Don Emilio Azcárraga y don Rómulo O´Farrill llegaron ya a un acuerdo”. La frase ocupaba la primera plana de la sección de espectáculos con todos los detalles: “Se unen los dos grupos de radio. Cesará la competencia, y, al mismo tiempo, la pérdida de millones”.

Don Rómulo, dueño del diario “Novedades”, de la radiodifusora XEX y del Canal 4, primer canal de televisión en México desde 1950, desafiaba el imperio del señor Azcárraga Vidaurreta, fincado en la todopoderosa XEW radio fundada en 1930, en XEQ y en el canal 2 recién inaugurado. La competencia obligaba a repartirse el pastel publicitario y a invertir más en talento y equipos técnicos. La revelación del acuerdo, que en su primer paso tocaba sólo radio, fue como una bomba.

“XEX y XEQ serán encabezadas por una sola empresa de la cual don Rómulo tiene un 50 por ciento de las acciones y el grupo Azcárraga el otro 50 por ciento. De XEX quedarán solo cuatro locutores, tres operadores… el resto del personal será reacomodado hasta donde sea posible en XHTV, XEWTV y XEW radio…la nueva empresa tendrá como gerente general a Emilio Ballí… los estudios de XEX en Córdoba 48 serán cerrados… XEX cancela todos sus programas sin patrocinio”.

La información de “El Redondel” daba a conocer todos los detalles hasta entonces confidenciales: “El acuerdo para formar la nueva empresa entra en vigor inmediatamente. El martes próximo XEX y XEQ empezarán su nuevo sistema de transmisiones. Como consecuencia del acuerdo en radio vendrá el acuerdo en televisión. Es casi seguro que de un momento a otro se anuncie el arrendamiento de la mitad de Televicentro para instalar los estudios de XHTV”, mudándolos del piso 13 del edificio de la Lotería Nacional.

La nota de “El Redondel” se cerraba con párrafos de comentarios y antecedentes: “El convenio entre O´Farrill y Azcárraga es la noticia más importante del año en el mundo radiofónico de México. XEX tiene cinco años de vida cumplidos. Fue inaugurada el 30 de octubre de 1947 por Alonso Sordo Noriega… su muerte poco después fue el más duro golpe para esa emisora, la más potente del mundo entre las privadas…fue financiada por Petróleos Mexicanos hasta que la compró don Rómulo. Al firmarse esta semana el convenio para crear la nueva empresa, queda prácticamente suprimida la competencia entre las dos grandes compañías radio televisoras de México”.

Luego vendrían reacomodos y modalidades que poco alterarían el mecanismo concebido por don Emilio y don Rómulo. Una incursión del capital regiomontano y el canal que la familia Aguirre, creadora de Radio Centro, hubo de entregar al gobierno. Y, desde luego, la presencia de Ricardo Salinas con Televisión Azteca. Esos y otros acontecimientos no alteraron en lo fundamental el esquema trazado por los dos legendarios magnates.

Con el siglo 21 llegaron inesperados inventos transformadores de las comunicaciones al poner la información y las opiniones a disposición de todo mundo, de manera gratuita y sin posibilidades de censura, excepto en los países gobernados por dictaduras, instrumentos que alteraron el estado de cosas imperante durante décadas y exigen un cuerpo de leyes acorde con la realidad que, una vez más, supera a la imaginación.

En vísperas de la discusión de estas nuevas leyes que regirán el uso de las telecomunicaciones, resulta oportuno recordar cómo nació, creció y se reprodujo la red electrónica o cibernética que funciona en nuestro país.

Mucha agua ha pasado bajo los puentes desde aquella exclusiva de “El Redondel”. El reportero que la firmó hace 60 años, un mes y 14 días, es el mismo que firma este Bucareli.

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