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17 de enero 2013.-El electricista israelí Ofer Lipshitz tuvo una visión hace nueve años, mientras reparaba unos enchufes en Los Ángeles, Estados Unidos. Según esta persona, de 45 años, un fuego intenso se apoderó de su cuerpo durante varios minutos, durante los cuales se le apareció Dios y le reveló que él era el salvador del mundo. Lipshitz, entonces, abandonó todo para regresar a Israel y embarcarse en política con el fin de seguir el dictado divino, que él asegura, no fue consecuencia de una descarga eléctrica.

«Dios se me apareció y me reveló tanta información en esos pocos minutos, que creí que me iba a desmayar», comenta el visionario por teléfono. «Esa misma noche llegué a casa en estado de shock y, aunque sólo dormí media hora, me levanté fresco, como si hubiese dormido ocho horas. Entonces me senté y durante la madrugada puse por escrito todo lo que me había sido revelado».

Lipshitz, tras varios años de predicar el mensaje divino a amigos y familia en Israel, por fin se decidió a crear el partido Brit Olam (Pacto Eterno) hace unos meses, para preparar al pueblo judío ante la inminente llegada del Mesías. A tan sólo seis días de las elecciones generales en Israel, se muestra optimista sobre el resultado de los comicios.

«Yo ni siquiera era religioso antes de tener esa visión, pero ahora sé que el Mesías tiene que llegar para limpiar este país, si el pueblo judío no quiere volver de nuevo al exilio. Por eso estoy seguro de que mi partido sacará al menos algunos puestos en el Parlamento», explica Ofer por teléfono y de manera calmada.

Desde hace semanas, el visionario ha soportado estoicamente las burlas de los medios israelíes, que le han llegado a recomendar que acuda rápidamente a un psiquiatra.

Pero la mofa no ha detenido a Ofer. Según este hombre del norte de Israel, algo huele a podrido en su país. Los israelíes ya no siguen el camino de la Torá y cada uno tira para lo suyo sin solidarizarse con el otro. Aunque sin agenda definida más allá de la esperanza de que el Mesías llegue algún tiempo después de las elecciones para arreglarlo todo, Lipshitz asegura que lo primero que haría si fuera elegido sería implantar la educación pública gratuita para todos los israelíes.

«No sólo la educación, también la sanidad y los medicamentos. Los israelíes se gastan miles y miles de shekels en algo tan básico como estas cosas. Además también reduciría muchos de los impuestos que ahogan a la gente y, en general, le daría al sistema económico israelí un buen repaso, para asegurarme de que los políticos trabajan para la gente, y no al revés», afirma el electricista. Agregó que, «además, prohibiría a los bancos poner intereses, por que va contra la Torá».

En cuanto al espinoso tema del conflicto palestino-israelí, el visionario lo tiene claro. «Muy fácil, lo resolvería siguiendo el camino de la Biblia, porque Dios dio al pueblo judío todo este territorio. Bajo ninguna circunstancia permitiría un estado palestino, pero los que quisieran, podrían vivir bajo territorio israelí y beneficiarse de él, algo que la mayoría aprobaría sin duda, por que estarían más contentos que bajo el zapato de Hamás y Fatah».
A pesar de que su aviso de la inminente llegada del Mesías tiene un regusto apocalíptico y fanático, Lipshitz afirma no ser muy religioso y deja claro que no convertiría Israel en un reducto de exaltación judía.

«No, para nada, quien no quiera seguir la ley de Dios, que haga lo que quiera, yo no impondría nada a nadie. Yo sólo quiero el bienestar de todos en Israel. De los judíos, claro», matiza Lipshitz.