REFORMA
18 enero 2013. Quien fuera secretario particular del extinto subsecretario de Asuntos Jurídicos y de Derechos Humanos, Felipe Zamora Castro, en la Secretaría de Gobernación, divulgaba en redes sociales los principios del Partido Nazi y una fotografía donde rinde el saludo fascista.
Omar Barona González desempeñó el cargo del 1 de agosto de 2010 al 31 de enero de 2012, según el portal de Servidores Públicos, y su salida prácticamente ocurrió después de que su superior jerárquico muriera con el secretario Francisco Blake Mora, en el accidente aéreo del 11 de noviembre de 2011.
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Un miembro de la comunidad judía, quien pidió no ser identificado, relató que hace dos años se quejó ante Zamora, sobre la conducta de su subordinado, porque expresó comentarios racistas y antisemitas en contra de algunas personas de su círculo inmediato.
“Le dije que no podía estar en el área de Derechos Humanos alguien con filias pro nazis y con ideas racistas”, expresó.
El entonces subsecretario le informó que iba a removerlo del cargo; sin embargo, Barona no salió de Gobernación hasta que su jefe murió.
Amistades que Barona tenía en aquel entonces no lo vinculan con una organización de corte ideológico; no obstante, sí recuerdan que cuando descubrió la ascendencia judía de un amigo, comenzó a hostigarlo y a decirle que pertenecía a una era agente del Mossad (el órgano de espionaje israelí), como acreditan correos electrónicos a los que se tuvo acceso.
“Él decía que los judíos pertenecían a una raza sucia”, cuenta uno de los agraviados.
En la página de Facebook, el 17 de septiembre de 2009 Barona compartió un extracto de la “Carta colectiva de los obispos españoles a los obispos de todo el mundo con motivo de la guerra de España (1936)”, según documentos que compartió una fuente consultada.
El mismo día, el ex funcionario subió lo que denominó los 11 “Principios del Partido Nazi”, de los cuales dice que son “controversiales”, que si bien no los compartía del todo, sí le parecían “interesantes”. No hay más crítica, distancia o análisis.
El primero de los postulados era el “Principio de simplificación y del enemigo único”: “Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo”.
“Principio de la vulgarización”. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”, señala.
El 20 de octubre siguiente el ex funcionario subió en su perfil los escritos “Escolios de un texto breve y “El reaccionario auténtico”, del autor colombiano Nicolás Gómez Dávila, ferviente crítico de la democracia y católico conservador.
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