PETER KATZ PARA ENLACE JUDÍO

En las magníficas instalaciones de un patio adjunto a la biblioteca de La Ciudadela, situada en el Centro histórico de la ciudad, se congregaron diplomáticos de la Unión Europea y, desde luego, la Embajadora de Francia en México Elisabeth Beton Delègue y el Embajador de Alemania el Dr. Edmund Duckwitz, quienes recibían personalmente a los invitados.

El amplio patio techado, se llenó rápidamente de invitados, quienes fueron convidados a servirse bocadillos originarios de las dos naciones. De beber se sirvió vino tinto francés y vino blanco alemán además de cerveza bávara Hofbrau.

Fue el Tratado del Eliseo, realizado en 1963, en la cual el General Charles De Gaulle y el Canciller Adenauer sentaban una base firme para las relaciones pacíficas que pondrían fin a siglos de rivalidad entre Francia y Alemania hicieron la paz, después de varios siglos de antagonismo. La Unión Europea es, en cierta forma, la heredera de esta relación pacífica.

En la entrada del ya descrito patio se pudieron ver amplificaciones de fotografías de los participantes de este convenio ante las cuales se detenía el público. En la entrada de La Ciudadela una edificación del siglo XVIII estaba formada una Guardia de Honor del Colegio Militar, para recibir a los invitados.

Como invitados especiales, fueron convocados y llegaron, la hija del Embajador Gilberto Bosques, así como sus dos nietas. Gilberto Bosques fue Cónsul de México en Marsella, Francia durante la Segunda Guerra Mundial y ayudó a muchos refugiados judíos a venir a México. Estamos hablando de los años 1938 – 1942. Durante la Solución Final, decretada en la Conferencia de Wannsee, fue internado, junto con el personal del consulado en Bad-Godesberg y retenidos como prisioneros de guerra.