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“Tuve que vender a mi hija de seis años de edad a un familiar para saldar una vieja deuda”. Son las palabras de Taj Mohammad, un afgano que ha narrado los motivos de esta “dolorosa” decisión a la cadena británica BBC.

La pequeña Naghma está ahora comprometida con un chico 10 años mayor que ella y podría partir hacia la casa de su futuro marido en un año.

La familia explica que vender a Naghma fue la última salida. “¿Qué otra cosa podíamos hacer?” -pregunta la abuela de la niña explicando que ante las deudas Taj Mohammad no pudo tomar otra decisión.

“Para mantener a mi familia con vida pedí un préstamo de 2.500 dólares a un pariente lejano”, explica Mohammad que vive en condiciones de extrema pobreza en un campamento de refugiados a las afueras de Kabul. Cuando el familiar reclamó su deuda, no tenía dinero para pagarle. “Entonces un pariente me sugirió dar a mi hija en lugar de dinero”, explica a la BBC.

A pesar de que la venta de niñas como novias es ilegal en Afganistán, la práctica está muy extendida en el país. No hay cifras exactas, pero los activistas pro derechos humanos afirman que el caso de Naghma no es algo aislado. Sin embargo, rara vez estas ventas son reportadas.

PAGO A LOS NARCOS

Según la cadena CNN, son numerosos también casos de afganos que tienen que vender a sus hijas para pagar las deudas con los narcotraficantes de opio.

Muchos agricultores pidieron dinero prestado a los señores de la droga para financiar sus granjas de estos cultivos. El gobierno afgano ha destruido muchos de estos campos, dejando a los agricultores en una terrible situación económica de forma que tienen que usar a sus hijas como moneda de cambio para saldar sus deudas.

Estas niñas son a menudo llevados a otros países, como Pakistán o Irán, donde les usan para transportar drogas o como esclavas sexuales.