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CON INFORMACIÓN DE ABC.ES Y EL PAÍS

14 de febrero 2013.-Catar, uno de los países más activos en el apoyo a la oposición al régimen de Bachar el Asad, ha entregado hoy el edificio de la Embajada siria en Doha a la Coalición Nacional Siria (CNS), según ha informado la cadena de televisión catarí Al Yazira. La decisión equivale a reconocer a la CNS como un Gobierno en el exilio. Es el primero en dar ese paso, aunque Occidente, la mayoría de los países árabes y numerosos organismos internacionales reconocen a ese frente opositor formado el pasado noviembre como “legítimo representante” del pueblo sirio.

“A partir de ahora, la bandera de la revolución ondeará sobre la Embajada”, ha confirmado un comunicado de la CNS del que se hace eco France Presse. El texto, que califica el paso de “extremadamente importante”, también identifica al nuevo embajador como Nizar al Haraki, un ingeniero eléctrico de 51 años originario de la provincia de Deraa.
La Coalición nombró el pasado noviembre embajadores ante los Gobiernos del Reino Unido y Francia, pero ni Londres ni París han procedido aún a entregar las respectivas embajadas a la oposición. El gesto catarí equivale a reconocer a esta como un Gobierno en el exilio.

Precisamente, la CNS se formó en la capital catarí con el objetivo de unificar la lucha contra el régimen de Damasco de la fragmentaria oposición siria. A diferencia de las otras monarquías de la península Arábiga, Catar ha respaldado las revueltas populares desde el inicio de la primavera árabe y no ha ocultado su deseo de formar para Siria una coalición internacional al estilo de la que contribuyó al éxito de la revuelta libia.

Sin embargo, todos los esfuerzos del emir catarí, el jeque Hamad, no han logrado disipar los recelos occidentales, e incluso de sus vecinos árabes, sobre los extremistas islámicos que parecen llevar la voz cantante en el levantamiento sirio. Su triunfo, temen, puede desatar cambios de poder imprevisibles en la región y contagiar la inestabilidad a Irak, Líbano e Israel. De momento, la violencia ha causado al menos 70.000 muertos, según datos de Naciones Unidas anunciados este miércoles.

Los civiles que viven a ambos lados del conflicto han pagado un precio muy caro, entiende la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay. En ambos bandos se están cometiendo atrocidades pero, la ONU entiende que el gobierno y sus aliados tienen más culpa de lo que está ocurriendo.

«Seremos juzgados por una tragedia que está teniendo lugar delante de nuestros ojos», señala Pillay haciendo referencia a la pasividad internacional.

China y Rusia siguen siendo señalados como los aliados de Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU que bloquean las soluciones que trata de poner en práctica Occidente desde hace meses.

En los países vecinos el número de refugiados continúa creciendo con814.677 sirios registrados o pendientes de registro en estos momentos. Esta cifra incluye 273.908 en Líbano; 252.706 en Jordania; 177.387 en Turquía; 88.143 en Irak; 16.195 en Egipto y 6.338 en países del Norte de África.

Desde el comienzo de la operación en 2013 el número de refugiados registrados con ACNUR o los que solicitan serlo, ha ido incrementándose a un ritmo de más de 5.000 personas por día.