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JULIÁN SCHVINDLERMAN/REVISTA COMPROMISO

Consultadas unas veinticuatro mil personas en veintidós países diferentes acerca de si la influencia global de Israel es positiva o negativa, la mitad de ellas opinó que era negativa y la quinta parte que era positiva. La encuesta fue solicitada por la British Broadcasting Corporation (BBC) y efectuada por Globalscan y la Universidad de Maryland. Los resultados fueron publicados el pasado mes de mayo.

En el ranking de opinión popular Israel quedó ubicado, junto a Corea del Norte, como el tercer peor país del mundo en materia de impacto internacional (50%), sólo superado por Pakistán (51%) y la República Islámica de Irán (55%). La imagen del estado judío ha empeorado respecto del año anterior, cuando recibió un 47% de desaprobación entre los encuestados. Los únicos tres países cuyas poblaciones dieron mayorías de simpatía hacia Israel fueron los Estados Unidos (50% favorable y 35% desfavorable) y -por esos misterios insondables del cosmos- Nigeria (54%-29%) y Kenia (45%-31%). Los ghaneses parecen ser apáticos, con un empate del 19% tanto para quienes consideran que Israel ejerce una influencia positiva como negativa en el orden mundial.

Llamativamente, los ciudadanos de los cuatro países europeos consultados expresaron opiniones más negativas de Israel que los ciudadanos de los países musulmanes consultados, Indonesia y Pakistán. Los españoles lideraron el rubro con un alarmante 74% mostrando percepciones negativas de Israel y apenas un 12% positivas, seguidos por los alemanes (69%-16%), los británicos (68%-16%) y los franceses (65%-20%). A modo de comparación, en Indonesia el 61% de los encuestados evidenció una imagen negativa de Israel contra un 8% positiva, mientras que la mitad de los pakistaníes opinó adversamente a Israel y casi una décima parte de modo favorable.

Algunas sorpresas quedaron expresadas en los datos surgidos de naciones cuyos gobiernos son aliados de Israel. En Canadá y en Australia, por ejemplo, el 59% y el 65% de los pobladores respectivamente dieron malas notas a Jerusalem. Por su parte desde Asia, el 45% de los japoneses e igual número de chinos y el 69% de los surcoreanos desaprobaron su conducta global. Las naciones latinoamericanas consultadas reflejaron mayorías contrarias al estado judío aunque sus adherentes, salvo en la tierra de Pelé, no fueron mayorías absolutas: Brasil (58%-17%), México (44%-19%), Perú (35%-11%) y Chile (34%-21%). En el contexto de estas estadísticas desoladoras, quizás sea bueno saber que “solamente” un cuarto de los rusos y un tercio de los indios se expresaron desfavorablemente a Israel. El único país árabe encuestado se ubicó al tope de la lista: Egipto, donde el 85% de la población se mostró opuesta a su vecino. Un pequeño milagro: el 7% de los egipcios dijo creer que Israel ejerce una influencia mundial positiva.

Que los pobladores de países europeos sean más escépticos respecto de la bondad o malicia de Israel como ciudadano global que los de Pakistán (donde Osama Ben Laden halló refugio) e Indonesia (el más populoso país musulmán del orbe) y que algunos de ellos, como los de España, se aproximen a los niveles de desaprobación popular de un país árabe, como Egipto, da cuenta de que el sentimiento hostil a Israel es fuerte y esparcido en esas tierras. Si esta opiniones son formadas por los medios masivos de comunicación en su cobertura de las cuestiones relacionadas a Israel o si, por el contrario, la actitud mediática para con Israel es una expresión de esta animadversión popular, será un línea investigativa interesante para los sociólogos interesados.

Para los aproximadamente seis millones de judíos israelíes decanta una conclusión clara. Si ellos suelen sentirse incomprendidos y aislados en un mundo de más de seis mil millones de seres humanos, pues de ahora en más deberán aceptar que, tristemente, ese sentimiento es justificado.