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El Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (UNHCR) ha advertido este martes de que “la violencia sexual se está convirtiendo en un arma de guerra” en el conflicto sirio, por lo que ha instado al Consejo de Derechos Humanos a investigar estos hechos.

“Los informes revelan que el conflicto sirio está cada vez más marcado por el uso de la violencia sexual como un arma de guerra para intimidar a las partes, destruir su identidad, su dignidad y las fábricas sociales de familias y comunidades”, ha denunciado la asistente del UNHCR para Protección, Erika Feller.

Feller ha apuntado que las víctimas de estos crímenes suelen ser las personas que han abandonado sus hogares a causa del conflicto, bien hacia otros puntos de Siria –unos dos millones–, bien hacia otros países –unas 900.000–, especialmente las mujeres y los niños.

“Este tipo de desplazamiento no supone solamente la pérdida del hogar y de la seguridad económica, sino que para la mayoría va acompañado de la victimización deliberada de mujeres y niños, atacando la dignidad humana”, ha explicado.

En alusión a los niños, la funcionaria de la ONU ha indicado que están expuestos a graves violaciones de los Derechos Humanos, como matrimonios forzados, trabajos forzados, detenciones arbitrarias y torturas, entre otras.

Además, ha señalado que cuando las víctimas denuncian estos crímenes, su acceso a la administración de justicia en muy limitado e inadecuado, lo que favorece la impunidad para los responsables de dichas acciones.

Por todo ello, Feller ha instado al Consejo de Derechos Humanos, con sede en la ciudad suiza de Ginebra, a “examinar activamente estas violaciones y abogar por la protección de las mujeres y los niños entre todas las partes del conflicto”.

REFUGIADOS

Por otro lado, ha alertado de que el número de refugiados sirios está creciendo a un ritmo excesivo, dificultando con ello la respuesta humanitaria de los países vecinos.

“Los países de acogida –Jordania, Líbano, Turquía, Egipto o Irak– están siendo ejemplares en muchos sentidos, pero tememos que el aumento de la presión empiece a superar su capacidad”, ha dicho, según ha informado la ONU en un comunicado.

Feller ha indicado que “los recursos de los que disponen no son suficientes”, por lo que ha instado a reflexionar sobre “los mecanismos para la distribución de la carga” de los refugiados sirios en la región.

Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Bashar al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.

El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe –según ha denunciado insistentemente– con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.

Expansión.com