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12 de marzo 2013.-Austria no puede ignorar su pasado nazi pese al deseo de muchos austriacos de hacerlo, dijo su presidente en el 75 aniversario de la anexión del país por parte de la Alemania nazi.

Adolf Hitler y sus tropas desfilaron sin oposición el 12 de marzo de 1938 en una Austria debilitada por la inestabilidad política y económica, y fueron recibidos por los vítores de miles de personas, muchas de los cuales participaron con entusiasmo en el Holocausto consiguiente.

“El deseo era dejar atrás este desastre y abordar el futuro del país sobre una nueva base. Se suponía que las profundas heridas del pasado sanarían. Puedo comprender eso”, dijo el martes Heinz Fischer en un discurso en el palacio Hofburg de Viena.

“Pero sólo las heridas que se limpian pueden sanar sin riesgo de infección. Y hace mucho tiempo que había que lavar esta herida”, dijo, describiendo el día de la anexión o “Anschluss” como “un día de catástrofe”.

Durante décadas, Austria mantuvo oficialmente que había sido la primera víctima de Hitler, hasta que el canciller Frank Vranitzky admitió en un discurso ante el Parlamento en 1991 que los ciudadanos austriacos compartieron las responsabilidad por el dolor que los nazis llevaron a otros.

En cuanto a la pregunta de si es hora de dejar atrás los sucesos entre 1938-1945, Fischer dijo: “Los individuos no pueden dejar atrás crímenes de esa dimensión, como tampoco los gobiernos o parlamentos pueden decretar que se trace esa línea”.

Los crímenes del Tercer Reich de Hitler, dijo, no habrían tenido lugar sin la ayuda de los “perpetradores, cómplices, informantes y ‘arianizadores'” que trabajaron como piezas en la maquinaria nazi.

ALGO DE RESISTENCIA

Sin embargo, añadió: “También hubo otra Austria. Y aquí, me refiero a las personas horrorizadas por los sucesos de marzo de 1938 (…) Algunos pusieron fin a sus vidas, otros estaban listos y dispuestos a participar en la resistencia. Muchos fueron arrestados”.

Un nuevo sondeo publicado la semana pasada para coincidir con el aniversario encontró que el 53 por ciento de los austriacos cree que el “Anschluss” fue voluntario, mientras que el 46 por ciento veía a su país como víctima.

Sólo el 15 por ciento de los 502 encuestados creía que la república alpina debió combatir la anexión, el 42 por ciento creía que una guerra con Alemania habría empeorado las cosas y el 43 por ciento creía que no habría causado diferencia.

Tres de cada cinco quería un “hombre fuerte” al frente del país, mientras que dos de cada cinco creía que las cosas no eran del todo malas bajo el gobierno de Adolf Hitler. Esa cifra ha aumentado con respecto a sondeos anteriores.

La mayoría de la gran comunidad judía austriaca fue erradicada en el Holocausto y los 15.000 que viven ahora allí se han vuelto más prudentes debido a la recurrencia de incidentes antisemitas.

Estos sucesos suelen ser condenados por los líderes políticos austriacos, pero también se los suele considerar como un lamentable aspecto de la vida.

Muchas instituciones austriacas maquillaron su pasado durante la era nazi durante décadas después de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a la famosa Filarmónica de Viena, que el domingo por la noche publicó más detalles sobre su pasado.

La Filarmónica admitió que muchos de sus músicos eran miembros del partido nazi durante el régimen de Hitler y que su director podría haber entregado un prestigioso premio a un criminal de guerra nazi dos décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Fuente:terra.es