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VÍCTOR M. TOLOSA

En la columna del lunes pasado, con gran admiración y cariño, felicité al licenciado Jacobo Zabludovsky por sus 70 años de carrera periodística. Estar frente a él es impresionante, por el simple hecho de saber que estás con una gran personalidad, con un señorón, que es todo un caballero, con un señor que ha recorrido la historia de México y el mundo. Pero hoy hablaremos del Jacobo más humano, del hombre sin el lápiz y el papel, y es que finalmente Jacobo Zabludovsky es la persona más simpática que podemos encontrar en este mundo, tiene un carisma impresionante y se avienta sus buenos chistes… es muy simpático.

Si usted quiere ver a un Jacobo sentimental, orgulloso y dicharachero, lléveselo a caminar al Centro Histórico y ahí le irá narrando, a cada paso, qué había en ese edificio, qué sucedió en éste u otro lugar. Conoce de memoria la historia del Centro del DF, ya que él lo vivió, lo gozó.

Ahí fue donde vivió 20 años de su vida, así que al hablar de estos rincones de la ciudad más grande del mundo, el licenciado Zabludovsky ¡vaya que lo disfruta!

En una ocasión me tocó viajar con él rumbo a Toluca, al Canal Mexiquense en donde el periodista Juan Francisco Castañeda, quien durante años ha estado al lado de Jacobo y lo conoce a la perfección, tiene su programa Esfera Pública, donde le hizo un programa especial.

Mientras íbamos de camino, Zabludovsky nos platicó de los ranchos que habían y a quienes pertenecieron y lo que había pasado; ¡el chisme estaba buenísimo!, nos habló de empresas que se habían formado y habían quebrado… En fin, ahí entendí que él no sólo se conoce como la palma de su mano el Centro Histórico de la Ciudad, también conoce lo que pasó en varias partes de la República Mexicana. Todavía recuerdo que ese programa causó gran sensación entre el público, quien lo quiere y ama: algo que constatamos por la cantidad de llamadas telefónicas y por las personas que llegaron y pedían entrar a conocer a Jacobo.

Hablar de él es hablar de la historia, la noticia, la vida y la sociedad mexicana, y de miles de personas, porque: ¿Quién no ha estado con Jacobo? Dígame quién no ha sido entrevistado por este señorón, yo diría que todos, desde el menos hasta el más poderoso, pero él también es humano. El licenciado Zabludovsky ha sido un guerrero, no sólo en su trinchera profesional, si no que con toda cabalidad se enfrentó en silencio ¡y venció! tres veces al cáncer, y sigue tan entero como nunca.

Cuando murió Lady Di fue junto con Jorge Berry y Adela Micha a las exequias de la princesa y cuentan que de regreso a México, en el avión, el licenciado se retorcía en su asiento del dolor por el cáncer. La siguiente anécdota es demasiado creativa y simpática, pues justo cuando Zabludovsky llegó a casa de Salvador Dalí, para hacerle una entrevista —en 1971—, se dio cuenta que olvidó en el cuarto de hotel el libro que llevaba del pintor surrealista para que se lo firmara, pero ve uno sobre el escritorio del pintor y de inmediato lo toma. Desde mi punto de vista, esa entrevista es muy buena, pues el periodista sortea las respuestas de Dalí, aunque el pintor trata muy mal al periodista mexicano y parece hasta burlarse de él con sus respuestas, pero bien dicen que el que ríe al último ríe mejor, pues una vez concluida la entrevista, Jacobo Zabludovsky le dijo a Dalí: “Señor, sería usted tan amable de autografiarme su libro”, el pintor orgulloso le dice: “Pero por favor Jacobo, encantado de la vida y gracias por tu entrevista, quedé complacido”; el libro en realidad era de Dalí, pero con ese gesto se lo estaba obsequiando, así que Jacobo tiene dos libros de Dalí. Como estas anécdotas, Zabludovsky guarda muchas más.

Lo mejor es que no nos quedaremos con las ganas de saber muchas anécdotas más, porque pronto las conoceremos, pues próximamente lanzará un libro de vivencias, anécdotas y recuerdos de un periodista, orgullosamente mexicano. ¡Felicidades siempre licenciado!

Nos leemos el próximo viernes. ¡Que tenga un feliz miércoles!

Fuente:excelsior.com.mx