ESTHER ZYCHLINSKI Y ZVI ZIMAN
Shalom es una palabra que no quiere decir exclusivamente paz, es un término que usó Kafka para escribir una obra escrita por Nelly Sachs, con la adaptación de Ray Nolasco. Transcurre a espacio vacío, salvo por algunos objetos dispuestos en escena.
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A primera vista puede parecer una pintura, los personajes visten de colores obscuros, pies descalzos y sucios; el uso de vehículos de control remoto se complementa con cantos y ruidos, así como el uso de telas y prendas en diversos decorados.
Adriana Reséndiz, Mauricio Moreno, Alinka Durán, Jessica Gámez y Alfonso Alcántara conforman el elenco que, bajo la dirección de Nolasco, construye una historia que a momentos se desarrolla como un pasaje bíblico, donde el protagonista emprende un viaje iniciático que lo llevará a transformar sus propios odios, pasiones y deseos de venganza en la materia que al final se convertirá en el espejo de sí mismo. Hace referencia a una leyenda, cuyo ritmo nos recuerda a las canciones de la Pascua Judía o Pesaj.
Este director lleva varios años experimentando con estilos; en una misma puesta se mezcla más de un estilo y técnicas como teatro de sombras, máscaras, manipulación de objetos entre otras. En la última escena nos conmueve porque es verdaderamente sorpresivo, nos deja una reflexión en torno a la historia, violencia y los caminos a seguir.
Con una gran destreza por parte de los actores para cambiarse enfrente del público, con muy pocos obscuros y transiciones muy limpias rompen la cuarta pared con un hecho donde escogen a dos del público en un acto muy bello.
Se presenta todos los miércoles, a las 20:30 horas en el Círculo Teatral, hasta el 10 de abril, Av. Veracruz 107, Condesa.
