ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO

Lunes 15 de Abril de 2013: el Colegio Atid organizó, en el Salón de Fiestas del Centro Maguén David, la ceremonia de “Yom Hazikarón 2013, el homenaje a los caídos en las guerras de Israel que, cada año, antecede los festejos del Día de la Independencia de Israel.

La ceremonia comenzó con la entrada de la Dra. Ródica Radian Gordon, Embajadora de Isreal en México, así como de los estandartes de las diferentes escuelas integrantes de la red judía.

Este evento se realiza año con año a través del mundo judío para recordar a los soldados de Israel que cayeron en el ejercicio de su deber. Al llegar a los 18 años, los jóvenes israelíes tienen la obligación de llevar a cabo su servicio militar; los hombres son reclutados durante tres años y las mujeres durante dos. Después del servicio, quedan como reservistas hasta los 40 años.

Éste es el duro precio que los israelíes deben pagar para defender a su Estado.

A través de los 65 años de la creación del Estado de Israel, han sido miles los que han caído.

En esta ocasión se recordó a los soldados y civiles caídos en el año 2012. Al tomar la palabra, el Ing. Bernardo Shapiro, Presidente de Haagudá Lemaan Hajayal, nombró a todo ellos.

La maestra Janette Hamui, Directora del Colegio Atid, mencionó el código de ética que debe llevar y llevan los oficiales y soldados en las filas del ejército israelí. “La aplicación de estos valores marca cada acción y muchos de aquellos a quienes hoy recordamos cayeron por respetar éstos mismos valores”

La bandera de Israel estaba alzada; fue bajada a media asta, mientras sonaba la sirena.

Rafael Harari, Presidente del Patronato del Colegio Atid, expresó:”Los ejércitos en el mundo son instituciones responsables de salvaguardar la integridad de los paises, pero Tzahal es Israel, es su juventud, es su futuro, es su corazón.
Tzahal es nuestra dignidad y nuestro orgullo”.

“La vida de cada hombre es un valor sagrado en el judaísmo y nuestros Jajamim nos enseñan la importancia de proteger una vida.
Por lo tanto, recordar a todos y cada uno de aquellos que entregaron la suya por un bien mayor, un estado propio para su pueblo, es nuestro deber y nuestro derecho como judíos”.

Esta ceremonia sobresalió por su solemnidad y respeto; tocó el corazón de muchos los ahí presentes