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23 de abril 2013.-Representantes de las comunidades sefarditas de varios países hispanoamericanos coincidieron hoy en Río de Janeiro en la necesidad de trabajar para que el legado cultural y social de esa comunidad de origen español se perpetúe en el tiempo.

Este parecer se manifestó durante la celebración de una mesa redonda con motivo de la novena Conferencia Nacional de Judíos Sefardíes (Confarad), que contó además con la presencia de representantes de Uruguay, Colombia, Venezuela y México.

El representante colombiano, Ángel Calderón, opinó que los jóvenes sefardíes deben educarse “desde el vientre de la madre” en la cultura de este pueblo, formado por los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492, y que por tanto las generaciones veteranas deben “dejar herencia con la continuidad de nuestro idioma, de nuestra esencia y vida, de un futuro mejor”.

Mientras tanto, el director del Museo Judaico de Venezuela, Alberto Moryusef, lamentó el envejecimiento de la población judía en su país, del que muchos jóvenes emigraron con la crisis del petróleo de 1997 a países como Panamá y EE.UU., y relató que ahora “el principal reto dentro de la comunidad es mantener un mínimo de calidad de vida”.

Moryusef describió la comunidad sefardí venezolana como “trabajadora y apegada a los lazos familiares” y explicó que las relaciones con los Gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han sido cordiales, a pesar de que Venezuela no mantiene relaciones bilaterales con el Estado de Israel.

Al envejecimiento de la población judía también hizo referencia el representante de la comunidad uruguaya, Salomón Levy, quien expresó que la vejez de la mayoría de sus asociados “constataba el fin de la institución”, pero que estaban trabajando para buscar apoyo económico y social que les permita mantener vivo “el legado, promoviendo y posibilitando una vida plena judía y significativa”.

“El legado sefardí seguirá vivo en Uruguay”, afirmó con rotundidad.

Por su parte, el representante de la delegación mexicana, Alberto Levy, destacó la prosperidad con la que los sefardíes viven en su país, a la vez que alabó, delante del embajador de España en Brasil, Manuel de la Cámara, la voluntad de los Gobiernos españoles y de la Casa Real para tender puentes con los judíos.

“Hay una voluntad de entenderse, de recuperar esa España donde el judío vivía bien”, afirmó.

De la Cámara explicó después el proyecto de nacionalidad española para descendientes de judíos sefardíes, por el cual todos aquellos que acrediten su origen pueden conseguir el pasaporte español.

Según el embajador, esta iniciativa tiene una “justificación histórica”, para mediante políticas activas con las comunidades judías “reparar en lo posible la injusticia” de la expulsión de los sefardíes en 1492, que tantos “efectos negativos” dejó en España.

Significa un “reencuentro y retorno de los judíos con Sefarad (nombre que recibe España en hebreo)”, sintetizó, y señaló que las raíces españolas “no se pueden entender sin la transmisión de unos valores que vienen de la civilización judía”.

Fuente:que.es