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CARLOS ALAZRAKI

Estimado general secretario:

La semana pasada, cuando celebraban el 99 aniversario de la defensa del puerto de Veracruz, me cayó el veinte que hacía dos meses que el Ejército celebraba su centésimo aniversario. 100 años de defender a nuestro querido México.

Y ésta es la razón por la que me decidí —aunque sea un poquito tarde— escribirle mi carta semanal para felicitarlos.

General secretario:

En las encuestas hay dos instituciones que tienen la calificación más alta en el reconocimiento y en la aceptación de los ciudadanos: La Secretaría de la Defensa y los Bomberos. Instituciones muy queridas por todos nosotros.

Y aunque el H. Cuerpo de Bomberos merece un gran reconocimiento, el tema de mi carta semanal es para felicitar a nuestras fuerzas armadas en este centésimo aniversario.

Vayamos por partes:

Empecemos hablando sobre su participación en los desastres naturales:

Es impresionante. Ver cómo los soldados se sacrifican hasta con sus vidas para salvar a la población en desgracia, es impresionante. Verlos actuar en las inundaciones, los terremotos, los incendios forestales, etcétera… no tiene nombre.

Siempre con esa gran actitud de servir y con esa gran aptitud para ayudar. Siempre en silencio y siempre cumpliendo con su labor encomendada. Y siempre con un comportamiento ejemplar.

También me impresiona su área de inteligencia… Están gruesos… Conocen y saben lo que está pasando en cada rincón del país. Han evitado mucha más violencia de la que tenemos. Y siempre calladitos y cumpliendo con su labor.

También es impresionante su combate en la eliminación de estupefacientes. Como también es ejemplar ver a los militares con carrera, ya sean médicos, abogados o administradores. Todos ellos preparados en un nivel superior.

En fin, secretario, la lista se pudiera alargar y alargar. Sin embargo, lo que me llama la atención es ¿por qué otras instituciones no son como ustedes?, ¿por qué seguimos padeciendo de corrupción?, ¿por qué no se castiga con todas las de la ley a las organizaciones que rompen las normas?, ¿por qué siguen funcionando el cuatismo, el amiguismo y el servilismo?, ¿por qué muchos funcionarios menores están más preocupados por ellos que por sus semejantes? Y… ¿Por qué estos funcionarios no siguen su ejemplo?

Porque supongo que la respuesta no es fácil, supongo que habrá gente que dirá que la disciplina militar es inquebrantable y otros dirán que ustedes son de otra raza.

Pero sea cual sea la respuesta, está muy claro que ustedes son y serán un ejemplo a seguir.

General secretario:

A nombre mío y a nombre de millones de mexicanos, les queremos dar las gracias por su integridad, valentía y entereza.

Muchas gracias por cuidarnos y protegernos. Muchas gracias por su ética, entrega y honestidad. Muchas gracias por darle un gran ejemplo a nuestros niños y a nuestros jóvenes sobre la ética y la honestidad.

Y por último… Mil gracias por ser mexicanos.

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Fuente:razon.com.mx