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El régimen sirio de Bachar al Asad pagará un alto precio por las recientes masacres cometidas contra la población civil, ha prometido este domingo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en un discurso de condena extremadamente duro.

«Bachar al Asad: por Dios que pagarás por esto. Pagarás un precio muy muy alto por mostrar tu valor, que no has podido mostrar a otros, a bebés que están con el biberón en la cuna», declaró Erdogan.

El primer ministro hizo estas declaraciones, más duras que de costumbre, durante una reunión de su partido AKP celebrada en la provincia de Ankara. «Si Dios lo permite, el mundo le pasará la factura a este asesino, y nosotros daremos las gracias», advirtió.

Varios comunicados de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) han condenado hoy las masacres cometidas en los últimos dos días en Siria por el Ejército sirio. Además, en su última declaración, la CNFROS señala que el supuesto ataque aéreo de Israel a Damasco puede ser útil para el régimen, dado que «le da tiempo para desviar la atención de las masacres cometidas en la costa siria». «No es inverosímil que a causa de estos ataques y la distracción del mundo se cometan más crímenes», señala el comunicado de la Coalición Nacional Siria.

Mientras tanto, el temor a una nueva masacre a manos de los Shabih, matones temidos leales al régimen de Bashar al-Assad, ha causado un éxodo masivo de la población civil de la ciudad de Banias sunitas de la provincia de Tartus. La oposición denunció una limpieza étnica contra los sunitas en la región de la rama más alauí del Islam que profesan el presidente y la cúpula dirigente.

Cientos de familias se lanzaron a la carretera en dirección a las ciudades de Tartus y Jable, después de días de bombardeos aéreos y asesinatos. Pero, de acuerdo con Al Jazeera, el Ejército está obligando a los desplazados a regresar a sus hogares.

Los activistas informaron de dos masacres en dos días. La primera fue en el pueblo sunita de Al Bayda por parte de las fuerzas del régimen, donde habrían sido ejecutados 72 civiles, entre ellos mujeres y niños. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó en su página web ayer el descubrimiento de 62 cadáveres, 14 de los cuales eran niños, en el barrio sunita de la Nabaa Nivel, próximo a Banias.

Por su parte, la comisión especial de Naciones Unidas que está investigando las posibles violaciones de los Derechos Humanos cometidas en Siria ha revelado este domingo que “hay fuertes sospechas, aunque todavía no son incontrovertibles”, de que los rebeldes han usado gas sarín.

“Nuestros investigadores han estado en países vecinos interrogando a las víctimas, a los médicos y, según su informe de la semana pasada, hay fuertes y concretas sospechas, aunque todavía no son incontrovertibles, sobre el uso de gas sarín”, ha dicho la miembro de la comisión especial Carla del Ponte.

La que fuera fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha aclarado que, de acuerdo con este informe, el gas sarín “ha sido usado por la oposición, no por las autoridades gubernamentales”.
Del Ponte ha indicado, en una entrevista concedida a un medio de comunicación suizo-italiano, que el grupo de expertos de la ONU todavía no ha documentado el uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar al Assad.

La polémica sobre el uso de armas químicas en la guerra civil siria comenzó el pasado mes de marzo, cuando el Gobierno y los rebeldes se acusaron mutuamente de haber atacado con armas químicas la localidad de Jan al Assal, en Aleppo, que habría causado al menos 26 muertos, incluidos diez civiles y 16 militares.

Un grupo de países, liderado por Reino Unido y Francia, ha pedido que también se investigue el supuesto ataque con armas químicas perpetrado en la localidad de Otaiba, en Damasco, pero Siria, apoyado por Rusia, ha insistido en que las pesquisas deben centrarse exclusivamente en el suceso de Aleppo.

En este contexto, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha apelado a la “prudencia” y ha subrayado que, de confirmarse, el uso de armas químicas por parte de las Fuerzas Armadas de Siria supondría “un punto de inflexión”.

Fuentes:larazon.es,lavozdegalicia.es,abcdesevilla.es