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PROYECTO HORIZONTE PARA ENLACE JUDÍO

La principal causa de malestar económico en muchas familias es la falta de planificación. Es cierto que el dinero no hace la felicidad, pero si proporciona algunas facilidades y satisfactores para disfrutar de la vida familiar. Si deseas que el factor económico no sea causa de dificultades, sino por el contrario, contribuya a la unión de la pareja y la familia, necesitas establecer ciertas condiciones desde el principio, como lo son: una gran confianza mutua, una lealtad total, una sinceridad continua en el aspecto económico y una detallada planificación de su presupuesto.

Planifica tu presupuesto y dile adiós al despilfarro

Los gastos se pueden dividir en tres categorías:

1) Gastos necesarios.- Son aquellos de los que no podemos prescindir: la mensualidad de la compra o el alquiler de la vivienda, alimentación, ropa, mantenimiento de la vivienda, servicios (electricidad, gas, agua, teléfono, condominio), transporte (autobús, taxi o mantenimiento del vehículo), gastos médicos, educación y vacaciones.

2) Gastos útiles.- Son aquellos que mejoran el estado de las cosas y las personas: aparatos electrónicos (televisor, reproductor de sonido, video, lavadora, calentador), juguetes, cursos de capacitación, actividades deportivas para la familia, libros recreativos, reparación de muebles o electrodomésticos, remodelaciones, etc. De estos gastos debes saber prescindir de cualquiera de ellos, en caso de no ser necesario o útil.

3) Gastos superfluos o poco importantes.- Son los que deberíamos permitirnos una vez cubiertos los gastos necesarios y útiles, así como el ahorro para imprevistos. En esta categoría podríamos mencionar: viajes de placer, objetos de lujo, organización de fiestas y membresías de clubes.

La buena realización del presupuesto nos proporciona seguridad económica, de la que se generan la paz y la tranquilidad en el aspecto económico.

Ahorrar es el camino seguro hacia la prosperidad

¿Cómo podemos afrontar mejor nuestros pagos?, ¿qué podemos hacer con nuestros ahorros? Un poco de orden en la contabilidad familiar puede ayudarnos a distribuir gastos y ahorrar para el futuro.

Para tener una visión objetiva por dónde entra y sale tu dinero, sólo tienes que clasificar los presupuestos detallados con un seguimiento de los gastos, por ejemplo: colegio, gimnasio, teléfono, agua, electricidad, dinero de bolsillo, etc.

Así podrás analizar cómo y cuándo se producen los gastos, cómo se reparten por meses, y podrás crear un calendario de pagos con el momento idóneo para satisfacer los recibos pendientes.

No es difícil, y no es necesario poseer conocimientos previos de contabilidad, sobre todo si utilizamos cualquiera de los programas informáticos especialmente diseñados para administrar las finanzas domésticas o simplemente papel y lápiz, en definitiva, tú controlarás la economía de tu hogar.

Lo único que se puede recomendar es prudencia y ahorro.

Fuente: Conductas de éxito.com