ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO

Los Osos Fredo fueron creados por Salvador Martínez y Luis Martín, bajo la firma de Martínez y Sordo.

La idea de esta creación fue su venta para ayudar en un principio a niños con cáncer; con el tiempo se han sumado asociaciones de ayuda de todo tipo para niños.

Es así que, el martes 29 de Mayo de 2013, en el Papalote Museo del Niño, se llevó a cabo la Subasta de distintas versiones del Oso Fredo. En esta ocasión las asociaciones favorecidas con la venta de los osos, donados por artistas de renombre, fueron: El Hospital Infantil Dr. Federico Gómez, Comedores Santa María, Casa de las Mercedes y Kadima AC.

El museo abrió sus puertas a personalidades del ámbito político, social, cultural y artístico, que participaron con la creación de su oso para ayudar a niños con capacidades diferentes, padecimientos diversos y extrema pobreza.

Es así como este año se sumaron a esta noble causa, Martha Debayle, Clara González, Andrea Bardasano, Alfonso Loher, Rocío López Venero, Belinda Visag, Michelle Torres, Gina Diez Barroso, Max Villegas, Maite Perroni, Nicole Domit, Marcela Cadena, Sofía Aspe, Isabella Camil, Jorge Tellaeche, Nunzia Rojo de la Vega, Hilda Díaz, Melissa López, Alessandra Rosaldo, Willy Souza, Ximena Rubio, Martha Ortíz Chapa, Marcela Velasco, Lucero, Adrián Uribe, María José Suárez, Mauricio Islas, Chantal Andere, Roy Azar, Omar Chaparro, Isabela Camil, Luz Blanchet, y otros.

Entre los osos donados, estaban los de Pepe Cohen y Marcos Metta, ambos alumnos de Kadima.

La subasta se realizó con la participación de la casa de subastas Morton.

El Museo estaba lleno. Los invitados iniciaron la velada admirando los osos que estaban por subastarse, lográndose una cantidad muy apreciable al venderse más de 100 osos.

Lo recaudado será dividido a partes iguales entre las cuatro asociaciones.

Tomó la palabra, Letty Chomer, organizadora de este evento y dijo: “Siendo una afortunada sobreviviente de cáncer linfático, la bendición de contar con una segunda oportunidad de vivir, me dio el impulso de dar un sentido a mi vida, a mi existir”.

Fue una noche de grandes emociones y esperanzas, al ver la labor altruista de todos los participantes y darnos cuenta de que, cuando se quiere, podemos llegar a nuestras metas.