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ALFONSO M. BECKER PARA ENLACE JUDÍO

Se dice en círculos militares norteamericanos que la paciencia del santo Job solo es comparable a la integridad y al espíritu de fortaleza que ha mostrado el Estado de Israel ante los setenta años de dificultades promovidas y causadas por el terrorismo árabe con el criminal propósito de destruir la patria de los judíos legalmente constituida por las Naciones Unidas. La semana pasada, tuve la ocasión de cambiar impresiones con un oficial de la U.S.A.F. destinado en una de las bases conjuntas de sur de España y hablamos, largo y tendido, sobre la maldita guerra… así calificaba el oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos todo el embrollo sociológico, político y bélico que se esconde bajo el “triturado” vocablo de conflicto.

Meditó en voz alta que esta maldita guerra que soporta Israel y que parece no tener principio ni fin, podría parecer un castigo “divino” si no fuera porque en la literatura sagrada occidental se reconoce este padecimiento como una dura prueba para los que están llamados a grandes empresas y sobre todo para valorar el aguante y la fortaleza de los espíritus más sublimes. Me aseguró el piloto norteamericano que estamos a punto de vivir la gran batalla del siglo XXI por la supervivencia de Israel y de la cultura judeocristiana. Ante el nuevo diccionario politically correct propuesto por Obama para esta maldita guerra, le pregunté si de verdad creía que se trataba de un enfrentamiento con un fuerte componente religioso ya que su presidente quería dejar bien claro que no estamos en guerra contra el islam sino contra los terroristas de Al Qaeda… y me dijo que no sabía mucho de política o sociología pero bastante de guerra y con mucha experiencia en combate tanto en tierra como en el aire… Su respuesta fue tajante y lacónica: “los terroristas árabes asesinan con fervor y en nombre de Dios mientras que los judíos y los cristianos solo nos atrevemos a pedir su protección en el combate…” “Además estamos luchando contra un terrorismo que es global y que no solo se refiere a Al-Qaeda o sus filiales sino a una trama terrorista mucho más peligrosa desplegada en todo el mundo por el eje Teherán-Damasco-Hezbollah…”

Así que de lo divino y humano pasamos a lo que realmente me interesaba que no era otra cosa que saber lo que todo el mundo quiere saber, cuándo empezará esa batalla, cómo se desarrollará y cuál será su verdadero alcance, si es que él tenía información sobre tan delicado asunto y si además podía “ilustrarme” para escribir un artículo sobre esa probable gran batalla inminente… Y eso es exactamente lo que a continuación describo.

Todas las líneas rojas y demás colores que se utilizan para describir el gran salto de prohibiciones y sugerencias sobre el statu quo que tiende siempre a restablecer un determinado equilibrio en cada época o momento, se han cruzado. Las tropas de Bashar Al-Assad han ingresado en la zona de separación delimitada en virtud del alto el fuego de 1973 entre Siria e Israel y todos los movimientos evidencian que lo han hecho para quedarse y para algo más… Ese algo más es la preparación de un frente de ataque contra Israel en los Altos del Golán diseñado por la inteligencia persa en sus despachos de guerra de Teherán porque es el momento justo y oportuno de golpear al Estado judío, “valorar” la respuesta de Jerusalem y responderle violentamente con un lanzamiento masivo de misiles no solo desde Damasco sino desde territorio Iraní; el más grande ataque con cohetes que haya ocurrido nunca en la historia de la humanidad.

No sé si se dan cuenta que, desde el punto de vista legal y con el derecho internacional en la mano, Israel y Siria se encuentran ahora mismo en estado de guerra. Cualquiera de los dos contendientes puede realizar un ataque masivo contra el adversario y a una escala sin precedentes pues desde que existen los sistemas balísticos sofisticados no existen líneas ni fronteras que sirvan para determinar quién es el agresor o quién es el que se defiende ni chorradas por el estilo. Plantearse esa estupidez cuando desde 3.000 kilómetros de distancia te pueden lanzar los iraníes una lluvia de 100.000 cohetes en cinco minutos, denota un desconocimiento absoluto de la guerra moderna y una apreciación absurda e infantil del verdadero significado que tienen los términos “defensa” o “ataque”.

Ban Ki-moon ha lanzado el grito al cielo porque sabe, mejor que nadie, que esto va a reventar por cualquier sitio y no solo por los Altos del Golán. El frente norte de Israel es solo la “carta” que quiere jugar Bashar Al-Assad con el apoyo de los milicianos terroristas de Hezbollah y un “estado canalla” como el persa que cree que ha llegado el momento de barrer a los sionistas del mapa. Así que en un estado de nervios que huele a conflagración total, ha enviado urgentemente un informe al Consejo de Seguridad para que tropas “azules” de islas Fiyi, Filipinas o de donde sea, se desplieguen cuanto antes y si es posible desde Líbano hasta la frontera de Jordania para evitar males mayores.

Hasta ahora, todos los “juegos” de guerra probados para un hipotético enfrentamiento armado entre Israel y sus enemigos acérrimos, declarados en este amplio teatro de operaciones, revelan una dura prueba para el Estado judío y un probable descalabro si Occidente sigue mirando hacia otra parte mientras un terrorismo árabe, cada vez más fuerte, vigoroso, tenaz, intransigente y fanático, acosa y muerde desde todos los puntos cardinales. La inteligencia militar europea mira con ojos de búho hacia el Pentágono como queriéndole preguntar a Obama a qué coño espera para detener de una vez a Bashar Al-Assad o al menos contrarrestar la lluvia de misiles que, desde el Golfo Pérsico, van a caer sin lugar a dudas sobre la población israelí.

Binyamin Netanyahu hace lo que puede “asegurando” a su población que Israel está preparada para cualquier escenario bélico como es su obligación pero el toro con el que va a lidiar es un monstruo de tres cabezas que envuelve y rodea a un pequeño Estado que difícilmente podría interceptar con su “paraguas de hierro” un ataque de semejante envergadura. Benny Gantz, Comandante en Jefe de las tropas de Israel, le ha dejado bien claro que la única forma de salir de ésta es sorprender al enemigo con un “relámpago” de fuego de la misma proporción que la tormenta de misiles que se cierne sobre Israel. Las fuerzas de tierra, mar y aire atacarán por todos sitios y a todos los objetivos porque Israel se encuentra, en estos momentos, solo ante el peligro hasta que Obama crea que ha llegado el momento de parar a los iraníes.

El oficial de la Fuerza Aérea norteamericana me aseguró que solo en el caso de que las Fuerzas de Defensa de Israel se encontraran ante un grave problema, las unidades militares aliadas intervendrían sumándose a ese relámpago de fuego que el Rav Aluf tiene preparado para todos aquellos que han creído que les va a salir gratis exterminar a los judíos en Oriente Medio.