EL 16 de junio 2013, en e Salón Columnas de Bet El, dos grandes mujeres fueron homenajeadas por APEIM, Asociación de  Periodistas y Escritores de  México, con el Premio Manuel Levinsky: Maty Sommer y Silvia Duvoboy.

El premio APEIM se otorga cada año en memoria de Bronia y Pincus Taifeld y Fuad y Marie Moussali.

Becky Rubinstein, Presidenta del Jurado del Premio APEIM, pronunció estas palabras:

“Nos congratulamos de entregar a Maty Finkelman Morgenstern   -también conocida como Maty  Sommer – una presea  que enaltece a APEIM,  o sea a “La Asociación de  Periodistas y Escritores de  México”  y al  “Premio Manuel Levinsky”, otorgado a mujeres y hombres  de nuestras comunidades. Hablo en  plural,  porque el Premio APEIM es un premio inclusivo, algunos dirían incluyente.  Incluyente  porque lo mismo premia a un hombre que a una mujer; que a un sefaradí que a un  ashkenazi.  La única condición para la elección es una carrera  distinguida, sobresaliente y sobre  todo humana.

Y éste es el caso de Maty  Sommer, Licenciada en Historia por la UNAM; especialista en Estudios de Pedagogía (UNAM) y en Historia  Oral  por el Instituto Contemporáneo de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Profesora de Historia en  el Colegio israelita de México y   Profesora de la ENEP Acatlán, quien  con Silvia Duboboy  -también  Premio  APEIM 2013-  crea el programa de  “Bibliotecas en el Salón de Clase” del cual derivan 6 títulos producto de dicha investigación. Maty además, es co-creadora del Centro de Documentación e investigación de la Comunidad  Askenazi de México. Asimismo, participó como investigadora del C.D.I.C.A. en congresos nacionales  e internacionales  y en la propuesta  para “El Registro Memoria del Mundo” otorgado por la UNESCO.  Cabe recalcar su participación en la catalogación de libros aunado a 14 programas de investigación en la Biblioteca Central de la UNAM-ENEP Acatlán.  Sommer ha publicado artículos en revistas  comunitarias, universitarias y en cuadernos de investigación del C.D.I.C.A.

El curriculum de Maty  es por demás impresionante, como grande e impresionantes es su calidad humana.  Para ella el verbo ayudar es  clave, llave con la que abre las puertas y los corazones de quien la conoce, de quien goza de su amistad.

Rescatamos una entrevista – aún vigente en sus propuestas- que se le hizo  a Maty  en El Universal del  martes 20 de septiembre de 1994 donde resalta el trabajo conjunto con Silvia Duboboy,  hoy día historia y ejemplo a seguir:

“Silvia Duboboy y yo iniciamos el sistema de bibliotecas en salón de clase cuando nuestros hijos estaban en primero de primaria y se nos pidió que se alentara a los niños a leer. Tuvimos que valorar una cosa muy sencilla, malentendida por aquel entonces. Alfabetizar no es lo mismo que crear lectores. El segundo punto: no partir de las premisa que el niño lo sabe todo. El hecho de alfabetizarlo, de enseñarle lectura en silencio y en voz alta, no significa que el niño sabe todo acerca del libro y la lectura”.

Ahora hablemos de Silvia Duboboy Gutverg, escritora, conferencista, maestra y narradora, destacada deportista,  mujer de temple. Obtiene  la Licenciatura en Comunicación y la Maestría en Bibliotecología: sus libros han sido publicados en México, Colombia, España y algunos traducidos al griego, portugués, chino y coreano. Ha dado conferencias en América Latina, Estados Unidos de Norteamérica y Europa, así como un sinnúmero de talleres en escuelas, universidades , instituciones públicas y empresas, entre ellas el Canal 11 y el Tecnológico de Monterrey. En 2 009 coordina el libro conmemorativo de la ADO. Como ya se observó, con la Mtra. Maty  Sommer crea el programa “Biblioteca Circulante en salón de Clase” del cual surgen 6 títulos, tenidos por clásicos en la materia. También crea el programa “Leer es Crecer”  presente en las Ferias de Libro y entre los  promotores de la lectura. Submarinista de corazón es autora de libros sobre el mar como Cuentos de fondo del mar; también escribió La vendedora de ilusiones, entre otros exitosos títulos.

En la entrevista a Silvia Duboboy, la intitulada “Silvia Duboboy entre la escritura, la bibliotecomania y la promoción a la lectura”  le preguntamos:  ¿Cómo se inician las  bibliotecas infantiles  en nuestro país?  Silvia responde: “Inicié la primera biblioteca infantil en México con la donación que la “Biblioteca Benjamín Franklin” dio a la “Biblioteca de  México”. Era un salón inhóspito con mesas para adultos y los niños no tenían  acceso a los libros; dependían de los que la encargada  quisiera darles. La primera biblioteca infantil en forma estaba en la parte  de atrás.

Contaba con un acervo abierto; las bancas  para niños  eran bajas. Alfombramos el pido, se dieron libros  en préstamo. Se organizó el catálogo. Se deshechó el material no apto para niños y se compró material nuevo. Aún no estaban Trillas, Fernández Editores, ni  Patria. Era el año de 1979”.

Felicitamos a Maty y a Silvia, mujeres que se atrevieron a dejar huella, a luchar por el cambio. Y el cambio está  aquí…”