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14 de julio 2013.-El joven palestino Muhammad Abed al-Jaffer Nasser Mafarja, de 18 años, quien vive en Taibe, una ciudad israelí con mayoría árabe, gracias a una “reunificación familiar”, confesó hoy, domingo, haber colocado una bomba en un autobús de Tel Aviv el 21 de noviembre pasado (foto), durante la operación Pilar Defensivo que el Estado judío libró contra terroristas de la Franja de Gaza, la cual provocó 26 heridos.

El imputado está acusado de ayudar al enemigo en tiempos de guerra, decenas de intentos de asesinato, conspiración criminal, causar una explosión, asalto agravado, transporte ilegal de armas y brindar asistencia a una organización ilegal.

En su indagatoria ante el Tribunal de Distrito de Tel Aviv, Mafarja aseguró que se trataba de un dispositivo intencionalmente preparado con un bajo nivel explosivo, que no podía haber matado a la gente, porque la idea era solo lastimar y enviar un mensaje para que terminara la guerra y que por eso no la dejó en otro autobús que estaba más poblado.

La fiscalía acusó a otros tres sospechosos de integrar una “célula militar” procedente de la zona de Ramallah, que también conspiraron para llevar a cabo atentados suicidas y tiroteos contra políticos y soldados.

En enero, la Procuración General Militar imputó ante el Tribunal Militar de Judea a Ahmad Salah Ahmad Musa, de 25 años, de Beit Likya, de ser el presunto autor intelectual del atentado.

Según los fiscales, Mafarja pasó varias horas buscando un autobús lleno de pasajeros y finalmente se subió a uno de la línea 142 procedente de Ramat Gan.

Justo antes de llegar a la parada del distrito industrial de esa ciudad activó la bomba, la dejó en el tercer asiento del lado derecho y se bajó.

Inmediatamente después llamó a sus socios para avisarles y, minutos más tarde, la bomba detonó cuando el autobús estaba cerca de la esquina del bulevar Shaul Hamelech y la calle Henrietta Szold.

Tras bajar del colectivo, Mafarja se tomó el tren en la Terminal Savidor para volver a su trabajo en un local de comidas rápidas en el centro comercial Azrieli.

El Shin Bet (Servicio de Seguridad israelí) y la Policía desmantelaron la célula de Beit Likya varias horas después del atentado.

Fuente:prensajudia.com