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16 de julio 2013.-Egipto tiene desde este martes nuevo gobierno. Dos semanas después del derrocamiento de Mohamed Mursi, los islamistas son los grandes ausentes del flamante gabinete. Tecnócratas y liberales se reparten un Ejecutivo en el que el hombre de moda, el comandante en jefe de las fuerzas armadas y ministro de Defensa Abdelfatah al Sisi, es nombrado viceprimer ministro.

En una rápida ceremonia, los 35 ministros han jurado sus cargos ante el presidente interino Adli Mansur. El magistrado sucedió al depuesto Mohamed Mursi, que permanece desde el 3 de julio retenido e incomunicado en una instalación militar. Entre los nombramientos, destaca el del general Al Sisi como uno de los viceprimer ministros del ‘premier’ Hazem el Beblaui, economista liberal de 77 años que ha formado su gobierno en poco más de una semana. El otro viceprimer ministro y titular de Cooperación Internacional será el economista socialdemócrata Ziad Bahaa el Din.

El gabinete cuenta con tres mujeres -las titulares de Sanidad, Medio Ambiente e Información- y afronta la misión de aplicar la hoja de ruta de seis meses diseñada por los militares. En este plazo, los egipcios tendrán que votar en referéndum la reforma de la Constitución y elegir un nuevo parlamento. El último paso será la celebración de comicios presidenciales. Una tarea titánica que tiene además la oposición de Hermanos Musulmanes y salafistas (rigoristas), que se resisten a reconocer la legitimidad de las nuevas autoridades y mantienen su pulso en las calles.

Un ex embajador y un Nobel de la Paz

Los principales rostros del gobierno son los ministros de Asuntos Exteriores y Finanzas. El jefe de la diplomacia será Nabil Fahmi, ex embajador en Estados Unidos y encargado de mimar las relaciones con Washington y su ayuda financiera al ejército. La labor será compartida con el premio Nobel de la Paz y líder opositor Mohamed el Baradei, nombrado hace unos días vicepresidente.

Al frente de la vital cartera de Finanzas estará Ahmed Galal, un economista doctorado en la Universidad de Boston y ex empleado del Banco Mundial que debe reparar una economía devastada por dos años y medio de inestabilidad política. Además de cuidar a las monarquías del golfo Pérsico -que han prometido inyectar 12.000 millones de dólares en efectivo, préstamos y combustible-, Galal tendrá que sellar el préstamo de 4.800 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

En el nuevo Gobierno, hay algunas caras conocidas de la era Mursi. Se mantienen en el cargo los ministros de Interior Mohamed Ibrahim o Turismo, Hisham Zaazou. Por su parte, el arqueólogo Mohamed Ibrahim regresa al ministerio de Antigüedades tras ser cesado en la remodelación ministerial que Mursi efectuó el pasado mayo. Hay ministros de la transición que también vuelven como el liberal copto Munir Fajri Abdel Nur, al frente de Industria y Comercio Exterior u Osama Saleh, en la carteta de Inversiones.

No cuentan con Al Nur

Los islamistas están completamente ausentes. El gabinete ni siquiera cuenta con representantes del partido Al Nur, la formación salafista que se rebeló contra Mursi y respaldó el golpe militar. El partido ha criticado este martes el gobierno al considerar que solo responde a la sensibilidad de una parte de la sociedad. En rueda de prensa, el portavoz presidencial Ahmed al Muslimani ha señalado que la presidencia no ha excluido a ninguna facción política al confesar que varias carteras fueron ofrecidas al partido La Libertad y la Justicia, brazo político de la Hermandad, y a Al Nur.

La presidencia ha vuelto a instar a los partidarios de Mursi a participar en la vida constitucional. “Respetamos la voluntad del pueblo y abrimos nuestras puertas a todos, incluido el grupo de los Hermanos Musulmanes, para que sean participantes en la patria”, ha agregado el portavoz.

Poco después de conocerse la investidura, la Hermandad ha tildado de “ilegítimo” el nuevo gobierno. “Es un gobierno ilegítimo, un primer ministro ilegítimo, un gabinete ilegítimo. No los reconocemos. Ni siquiera reconocemos su autoridad como representantes del gobierno”, ha indicado a Reuters el portavoz de la cofradía Gehad el Haddad. Los islamistas han convocado nuevas protestas para mañana miércoles después de que las manifestaciones de ayer degeneraran en disturbios en varios puntos de la capital egipcia. El rebrote de violencia, tras una semana de relativa calma, dejó siete muertos y 261 heridos.

Fuente:elmundo.es