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LUIS MAIZEL PARA ENLACE JUDÍO

Hace apenas 7 meses México era la niña más bonita y deseable del baile, con quien todo mundo quería aparejarse y de repente ya nadie la quiere sacar a la pista. ¿Qué pasó?

La promesa de un nuevo gobierno con fuerza en las cámaras legislativas, con un mandato popular bastante claro y con un pueblo ansioso de cambio, hizo que el mundo se olvidara del famoso BRIC (Brasil, Rusia, India, China) y empezara a hablar del MIST (México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía), como el polo de desarrollo global de los siguientes 10 años.

Se hablaba del retorno de las maquiladoras a la frontera entre Estados Unidos y México, de la creciente industria de partes para aeronáutica, de empresas de “outsourcing” que vendrían de India a México y en general, se sentía un ambiente de optimismo y confianza.

Apenas siete meses después esa llama expansiva parece apagarse y el sentimiento generalizado de empresarios locales y extranjeros es de esperar y ver qué pasa ya que la economía se ha paralizado, parece no haber circulante, lo que detiene la cobranza y el consumo, por lo que el nombre de México parece haber desaparecido de la prensa financiera global.

La crisis de los constructores de vivienda de interés social (URBI, GEO, HOMEX, etc.) va más allá del sector ya que al suspender estos su pago de intereses y principal, lanzan un nubarrón negro sobre todo la capacidad de obtener créditos en el extranjero para el sector privado mexicano. La noticia de casi 4 millones de casas abandonadas en un país donde hay un déficit habitacional importante es poco halagadora y la directriz del gobierno de crear vivienda vertical en las zonas urbanas no tiene mucho sentido ya que no hay suficiente reserva territorial de ese tipo y los precios de la misma no permiten a los desarrolladores crear un producto rentable que satisfaga las necesidades del consumidor.

El peso tuvo un movimiento muy brusco hasta tocar $14.00 pero ya está de regreso en $12.60. ¿Qué pasó? El desplome fue consecuencia de la reacción de los inversionistas extranjeros a los comentarios del FED sobre disminuir la compra de bonos, el incremento de las tasas del bono de 10 años en Estados Unidos (de 1.60% a 2.75%) y en general una actitud de vender todo lo que representara algún tipo de riesgo o fuera un instrumento “exótico”. El regreso a $12.60 es producto del análisis de unas reservas enormes (más de lo necesario) que ofrecen un blindaje contra la salida súbita de capitales y de un diferencial de tasas que sigue siendo atractivo para el inversionista sediento de rendimiento.

¿A qué atribuyó la situación que vive el país?

A una falta total de inversión del Gobierno en infraestructura, a un retraso en los pagos de las obligaciones del Estado y en general a un estancamiento en la implementación de los planes de inversión pública ofrecidos durante la campaña electoral.

El país tiene una enorme necesidad de inversión en infraestructura que va desde carreteras, ferrocarriles, puertos, telecomunicaciones, agua y electricidad hasta educación y salud. La distancia entre aeropuertos mayores en China es de 27 km y en México de 261 Km. El porcentaje de niños que salen con un título universitario es 4 veces mayor en Corea que en México. La OECD pone al país en el lugar 56 en la jerarquía de los países en facilidad para establecer un negocio y en 83 en nivel educativo.

El gobierno está muy consciente de esos problemas y no ha iniciado sus programas todavía aunque acaba de anunciar una enorme inversión en carreteras y telecomunicaciones lo cual no iniciará derrama económica antes del segundo trimestre del próximo año.

¿A qué se puede atribuir esta falta de acción?

Yo veo dos posibilidades: La primera es que el gobierno encontró las arcas totalmente vacías, no quiere atacar a la administración anterior pues necesita sus votos para pasar las reformas constitucionales y por culpa de la muy necesaria transparencia fiscal no puede nada más imprimir dinero, que haría que las agencias calificadoras revisaran negativamente la calificación de la deuda Mexicana, o segunda, que esa falta de acción sea una idea muy calculada para crear presión sobre los legisladores y obligarlos a aprobar la reforma fiscal y la energética que son vitales para el país.

Como he dicho en el pasado, no entiendo porque el país no aprovechó el fácil acceso a dinero prestado muy barato para hacer una inversión masiva en infraestructura que creara los cimientos del México del futuro que todos queremos ver, pero indudablemente está en manos de la administración arrancar la maquina productiva, conscientes de que si se tardan demasiado en anunciar el crecimiento económico, al igual que una buena fruta en el árbol, se puede pasar de buena y dejar de ser apetecible.