RABINO MARCELO RITTNER PARA ENLACE JUDÍO

Permanecer humildes, Shabat Ekev 5773

“Ki Adonai Eloheijem, Hu Elohei Haelohim… Pues Adonai vuestro Dios, es Dios de los dioses, ante quien no hay favoritismo ni acepta el soborno. El vindica la causa del huérfano y de la viuda, ama al extranjero para darle pan y vestimenta. Amad al extranjero ya que extranjeros habéis sido en la tierra de Egipto”.

Son palabras de Moshé quien continúa sus mensajes de despedida del pueblo de Israel quienes se encuentran frente a la Tierra Prometida. A cambio de su lealtad a los mandamientos de Dios les promete prosperidad. Sin embargo, también les dice: “Cuídate de no olvidarte del Eterno tu Dios, y dejar de observar los mandamientos de Dios. Cuando hayas comido hasta saciarse y construido buenas casas para vivir en ellas… ten cuidado, no sea que tu corazón se vuelva soberbio”.

Se nos señala que la riqueza engendra percepción de autosuficiencia y esto es peligroso ya que puede convertirse en una maldición para nuestra vida.

Los profetas nos recuerdan que aquellos que “olvidan” expresar gratitud por sus logros, que cuando la soberbia humana te lleva a creer que el éxito que alcanzaste fue solamente obra de tus manos, entonces, debes recordar que con el éxito debe venir el agradecimiento. Que la prosperidad no va de la mano con los egoístas e indiferentes. Esa no es la sociedad que debemos crear para vivir en ella. Nos recuerdan que es justamente por nuestros actos de agradecimiento y compromiso que ayudamos a equilibrar el mundo.
Desde la semana pasada comenzamos el camino que nos lleva hasta Rosh Hashaná. Se me ocurre que puede ser el momento adecuado para aumentar la dosis diaria de bondad, el momento del esfuerzo adicional. Como el rabí que alentaba a sus discípulos: “Zog gut morgn”, saluda a los demás con amabilidad”, así quiero yo animarlos a ustedes.

La intención del rabí a medida que se acercan los días de teshuvá era inclinar la balanza a favor de la misericordia. Debemos hacerlo porque no debemos olvidar que el mundo, que es el templo para la humanidad, fue creado para nosotros.

No vivas lleno de ti mismo, no olvides agradecer a Dios por tus logros y bendiciones, no olvides a tus seres queridos y amigos, vecinos y desconocidos. Debes reconocerlos y debes hacer un espacio para ellos en tu corazón.

Rashi, desmenuza el versículo señalándonos que Dios recuerda a los se creen poderosos en la tierra, que ellos no lo son el cielo. Y señala que este mismo Dios Todopoderoso se enfoca en las necesidades de los menos privilegiados. Se refiere a la viuda, el huérfano y el extranjero o inmigrante.

Y la Torá nos dice, debes tomar en serio las necesidades básicas, alimento, ropa, educación. Dios insiste porque ellos, carecen de un defensor.

Y con frecuencia carecen de un compañero.

Nosotros fuimos extranjeros en la tierra de Egipto, y aunque podríamos temer el desconocido por los problemas reales e imaginarios que traen a nuestras vidas, no debes darles la espalda. Se trata de poder ver el rostro y no dar vuelta la cara, de percibir la herida o el dolor, de escuchar, de extender una mano.

Y algo más, no todo se trata de dinero. Dar, es también dar de ti, de tu tiempo, de tus bendiciones, de querer ayudar a equilibrar el mundo.

Y para los que no creen que los mensajes de la Torá y de los profetas hablan a cada uno de nosotros hoy, les recuerdo lo sucedido esta semana en el ayuntamiento del Centro con el pequeño Manuel agredido por “la autoridad”.

manuelito

Las imágenes desgarradoras del niño llorando, arrojando sus dulces al piso nos indignó. El pequeño es un indígena de Chiapas que apenas habla español, que necesita vender dulces para ayudar en su hogar, es un ejemplo entre miles.

Debemos equilibrar hasta que no haya niños descalzos y hambrientos, hasta que no haya sinvergüenzas ineptos en cargos públicos, hasta que haya justicia social.

Ahora, dime, ¿cambiaste de canal o se te revolvieron los kishkes (entrañas)? Si fueron tus kishkes, ese es el mensaje que Dios quiere que escuches y transformes en acción. Esta es la sociedad imperfecta que debemos equilibrar, mejorar.

No olvides agradecer a Dios por tus logros y bendiciones, no vivas lleno de ti mismo, no olvides a tus seres queridos y amigos, vecinos y desconocidos. Debes reconocerlos y debes hacer un espacio para ellos en tu corazón. Es lo que Dios demanda de ti, hoy. Debes hacerlo porque es lo que traerá paz a tu alma y sentido a tu vida.