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Las sirenas de la capital polaca han sonado a las 17:00 horas para recordar el comienzo del Alzamiento de Varsovia contra la ocupación nazi, mientras los ciudadanos pararon su actividad durante unos instantes en homenaje a los cerca de 200.000 civiles que murieron durante la sublevación. Fue el 1 de agosto de 1944, hace 69 años, cuando civiles y miembros de la resistencia polaca comenzaron los enfrentamientos contra los ocupantes nazis, con intensos combates urbanos que duraron 63 días.

La lucha desigual acabó con miles de fallecidos, en su inmensa mayoría civiles, y la ciudad destruida por los nazis, que en su retirada forzada por el avance soviético destruyeron deliberadamente gran parte de Varsovia. El trágico resultado del levantamiento ha hecho que parte de la sociedad polaca, especialmente liberales y progresistas, cuestione este capítulo de la historia polaca y lo tilde de un desastre que solo sirvió para producir muerte y destrucción.

La Iglesia Católica polaca ha salido al paso de esas críticas y ha afirmado que el Alzamiento de Varsovia no fue una decisión irresponsable, sino un gesto heroico de patriotismo. “Se ve con dolor la malicia y deshonestidad con la que algunos iluminados tratan hoy de dar su propia interpretación al levantamiento”, ha señaldo en un comunicado el Episcopado polaco. Lo cierto es que en 1944 varios líderes militares polacos que se habían unido a ejércitos extranjeros que luchaban contra la Alemania nazi alertaron a la resistencia polaca de que organizar un levantamiento en Varsovia era un sinsentido táctico y suponía enviar al suicidio a miles de personas.

Fuente: Diario Vasco