JAIME LEVIT PARA ENLACE JUDÍO
Comienza nuestra parashá con el versículo: “cuando se salga a la guerra, Hashem entregará en tus manos al enemigo y a sus cautivos”.
Se permite adquirir una mujer cautiva, pero ella se tenía que rasurar y crecer las uñas para no ser atractiva a los demás.
La explicación del tema, desde la óptica espiritual, es la siguiente:
“Tu enemigo” alude al cuerpo y Alma Animal, conforme lo escrito por el Alter Rebe en Likutéi Torá 2, que ellos, [el cuerpo y Alma Animal,] “son los verdaderos enemigos de la persona”. Contra ellos debe “hacer la guerra” la persona.
Si bien, en realidad, el propósito [de esta lucha] no es “quebrarlos” sino, más bien, refinarlos [y elevarlos al plano de la santidad], se trata no obstante de una “guerra”, pues [el cuerpo y Alma Animal] no permiten [y se resisten a] que se los refine. Y dado que el Alma Animal fue “la primera en argumentar”, [es decir, su ingreso al cuerpo antecede al ingreso del Alma Divina, [refinarla] es [una tarea que demanda] una “guerra” difícil.
Dentro de la parashá encontramos 74 de los 613 preceptos.
Habla sobre el castigo a los hijos rebeldes, sobre los hombres que pecan, en los que su sentencia es la muerte y no se les debe dejar colgados sino que se tienen que enterrar inmediatamente.
Cuando se encuentra un objeto, se tiene que regresar al dueño y guardarlo hasta devolverlo.
Se hace la cuenta del procedimiento judicial y penas por adulterio, violación o seducción a la mujer, acusación del esposo de infidelidad.
No se pueden casar un bastardo, uno que tenga descendencia moabita o amonita.
Prohibición de entregar un esclavo.
Pago a un trabajador a tiempo.
Permitir a un animal o persona comer mientras trabajan.
Prohibición de cobrar interés por una deuda.
Castigo de 39 latigazos por transgresión de una ley de la Torá.
Procedimientos del matrimonio leirático, en el que la mujer del hermano fallecido pasa al cuñado.
Por último, nuestra parashá nos menciona recordar lo que amalek hizo en el camino, cuando salían de Egipto.
