ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO

Esta organización inició labores en 1980 cuando Chris Greicius, niño de 7 años, enfermo de leucemia, se le concedió el deseo, largamente anhelado, de “ser” oficial de policía por un día, detonando un movimiento para conceder deseos a niños con graves enfermedades. Gracias a eso nació la Fundación Make-A-Wish® en Estados Unidos.

Después de su inicio, el interés en realizar los deseos de niños con condiciones médicas que amenazan su vida se extendió rápidamente a otras naciones. En 1993 Make-A-Wish® Foundation International se formó oficialmente para servir a cinco países fuera de Estados Unidos y ahora ayuda a cumplir deseos en 47 países de los cinco continentes a través de sus 36 filiales. Con la ayuda de generosos donantes y más de 30.000 voluntarios, la fundación ha concedido aproximadamente 300.000 deseos en todo el mundo desde 1980.

El domingo 8 de septiembre, el Centro Deportivo Israelita acogió a muchas familias de niños a los que esta organización ha cumplido o les cumplirá un deseo. En el evento, amenizado por el Grupo Blowie Shine, se realizaron actividades manuales conducidas por los voluntarios de Make a Wish México.

La primera ciudad donde se instaló Make a Wish fue Puerto Vallarta; después decidieron trasladarse a la Ciudad de México y así surgió Pide un Deseo AC, formándose una organización a nivel nacional a la que fue invitado Arieh Ruzansky para formar parte del consejo, del cual actualmente es el presidente.

“Nosotros cumplimos deseos a niños con enfermedades que ponen en riesgo su vida y el concepto es de que cumplimos 4 tipos de deseos que los niños principalmente piden: 1)Quiero conocer… un artista, un luchador. 2)Quiero ir… a una playa, conocer la nieve, conocer Disneylandia. 3)Quiero ser… un piloto, un bombero, un artista. 4)Quiero tener… IPad, un teléfono, algo material. Queremos que el día en que cumplimos ese deseo al niño sea un día memorable. En este año estamos cumpliendo 200 deseos, lo cual ha sido un logro increíble del voluntariado profesional de Make a Wish”.

“Al conceder un deseo a un niño, es increíble el momento en que le sacas la sonrisa y ves la felicidad, la admiración, la sorpresa en algo que para nosotros pudiera ser algo cotidiano. Esa magia es cómo un espejo, porque uno mismo lo está sintiendo. Todos ganan”, explicó Ruzansky.

En una mañana diferente, que brilló con la sonrisa de los niños, sus familias y todos los asistentes, se le concedió su deseo a Berenice, que quería cantar en público, y lo hizo junto con Violeta Berdichevsky. Después, Cesar Uriel bailó Hip Hop.