Enlace Judío México | ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO
Nuestro infaltable Sigmund Freud (“…porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad”, como dice Alberto Cortés) decía que hay dos formas de encarar la realidad: reír o llorar. A mí me parece que en México tenemos una característica muy generalizada que es la de reír, siento que tenemos un sentido del humor muy desarrollado y que en situaciones de peligro y angustia el humor involuntario se hace presente y aporta beneficios. El humor se agradece y se valora, especialmente en personas de cultura diferente a la nuestra.
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Y, no lo digo sólo de ocurrencia. Para aquellos que ya teníamos 18 años o más edad, podemos dar constancia de que el 19 de septiembre de 1985, aún no paraban los movimientos telúricos y ya había chistes por doquier, lo mismo pasó con la desgracia de San Juanico, el accidente del metro, o la cosecha especial de risas que mereció un sexenio como el de Echeverría, y otros sucesos y calamidades. No se me escapa que algunas bromas movían a la risa y otras a la indignación.
Sin embargo, aunque los problemas se resuelven, a mí me parece que las risas duran más de que lo que deben y lamentablemente, como dice la canción: “también de dolor se canta” o “hay muertos que no hacen ruido y es más grande su penar”.
Me parece que México, y no hablo con un nacionalismo a ultranza o con la tautología aquella de “Como México no hay dos”; México tiene un potencial que se expresa especialmente en momentos difíciles, en crisis y que, por fortuna, me parece también empieza a aflorar en momentos de normalidad.
Pero, empleando una frase del tiempo de Echeverría: “Si queremos que todo siga igual, tendrá que haber muchos cambios”. Y estos deberán de darse vertical y horizontalmente, evitando mentiras dulces y exponiendo verdades amargas; respetando otras posturas y llegando a acuerdos ciertos y cabales.
Justicia no puede ser sólo
El nombre de una calle o un edificio;
Paz debe un estado natural en la sociedad,
Fruto del respeto y no de armas y presiones.
Bienestar es una meta común,
Donde se entienda que lo importante
No es llegar primero,
Sino todos juntos y a tiempo.
Futuro mejor será el
Resultado del cambio de hábitos y
Pautas donde no quepa
El que “todos están enojados,
Porque alguien debía
Haber hecho algo y
Nadie hizo nada”.
El nombre de la empresa es México,
El nombre del juego es compromiso
Y el objetivo es avanzar con Justicia,
Dignidad, legalidad, equidad y honestidad.
Un reto, desafío o concurso
Donde todos estamos obligados
A participar. Si bien
No estamos obligados a
Hacer toda la tarea,
No nos podemos excluir
De llevar a cabo la parte
que nos corresponde.
Este es el México de mis amores …
Y el de mis clamores.
