Bethlehem (Belén)

SAL EMERGUI

Enlace Judío México | Contemplando el trepidante drama psicológico en un contexto de cruda realidad (Segunda Intifada) y el suspenso mantenido hasta el último segundo, cuesta creer que los actores no son profesionales y que es la primera película que dirige Yuval Adler. Este israelí y el periodista palestino Ali Waked han escrito el guión de “Bethlehem” (Belén), la gran triunfadora de los Premios Ophir en Israel. El billete a Hollywood.

Tras conquistar el voto de la academia de cine israelí con seis estatuillas y recibir elogios en varios festivales internacionales, la trama que acelera y ralentiza en las callejuelas de la ciudad cisjordana aspira ser nominada al Oscar a la mejor película extranjera. Si lo consigue será la quinta obra israelí que llega a la final en los últimos siete años. Ninguna, por cierto, consiguió abrazar el ansiado premio.

“Bethlehem” trata el conflicto israelopalestino sin tomar partido. Más que un mensaje político, es un retrato psicológico y humano de la relación imposible entre un oficial de los servicios secretos israelíes (Shabak) y su joven confidente palestino en medio de atentados y redadas.

Por un lado, el israelí Razi en contrarreloj constante para evitar ataques suicidas en Israel usando su perfecto árabe y la red de informantes en Cisjordania. Por otro, el palestino Sanfur que con 17 años compagina la relación casi paternal con Razi y la ayuda a su hermano Ibrahim, el líder del brazo armado de Al Fatah.

Un atentado terrorista en el centro de Jerusalén ordenado por Ibrahim pone a prueba una relación que, pese a su amistad, nunca es simétrica ya que hay una parte (Razi) que se aprovecha de la otra (Sanfur) para sacar información.

“No se trata de una película sobre el conflicto. La gente cuando sale del cine, siente que es algo diferente y no lo que esperaban. Nos centramos en el uso del factor humano en temas de Inteligencia”, explica Adler antes de añadir: “Las relaciones de este tipo en todo el mundo crean en muchos casos una intimidad muy compleja. No se trata sólo de amenazas o chantajes”.

En esta coproducción entre Israel, Bélgica y Alemania, el coguionista es Waked, un periodista árabe israelí que trabajó durante la Intifada (2000-2005) para la web de noticias Ynet. De su experiencia en Cisjordania y contactos con los líderes de los grupos armados palestinos, nace un documento visual imprescindible para entender facetas menos famosas del conflicto.

Adler y Waked también entrevistaron a agentes israelíes. Algunos responsables del Shabak han visto la película para concluirque refleja la realidad de esos años. “Me hicieron pequeñas aclaraciones como por ejemplo que ellos usan bolígrafo negro y no azul”, cuenta Adler al diario Yediot Ajaronot.

“Bethlehem” refleja las interioridades del servicio secreto bajo presión, cómo puede acabar un colaboracionista de Israel en los territorios palestinos (tortura, ejecución…) y las luchas de poder y dinero entre las milicias de Al Fatah y Hamas.

A diferencia de directores israelíes identificados con la izquierda, Adler no toma postura. Obsesionado con los pequeños detalles, cuenta hechos reales como la persecución del responsable de un atentado que mató a 15 personas en el centro de Jerusalén. O cómo el Shabak aprovecha cualquier punto “débil” para presionar al informante. O como una redada se convierte en segundos en enfrentamientos. O la hipocresía de un dirigente palestino, atrapado entre el diálogo con Israel y la ayuda económica internacional y la relación con los milicianos.

Tsaji Halevy, un cantante amateur que se hizo famoso en The Voice en Israel, interpreta a Razi mientras el joven árabe israelí Shadi Marei hace de confidente atacado por dilemas.

El hecho que gran parte del diálogo sea en árabe no evita que los israelíes hayan acudido en masa en los primeros días. “Es muy fuerte. Sinceramente pensaba que sería otra pelí israelí contra Israel para ganar premios en Europa pero no lo es. Habla de dos personas que mantienen una relación desde bandos enfrentados. Lo más importante es que está muy bien hecha”, nos explica Haim Sapir a la salida de la sala, impactada por un final dramático.

Adler confiesa que no sabe cómo digerir el éxito. “Es mi primera película y aún me cuesta entender que haya personas que compren una entrada en Internet, cojan una babysitter y busquen aparcamiento para verla. A veces, tengo ganas de salir fuera de la sala y ayudarles a encontrar aparcamiento”.

Fuente:elmundo.es