Cuando pesamos en Yom Kipur, lo primero que acude a nuestra mente es la extraordinaria oración que se recita tres veces al comienzo del servicio vespertino de Yom Kippur. El Kol Nidré y su música existían ya en la época gaónica, mucho antes de que en España apareciera la Inquisición, que muchos creen fue la que le dio ser. La oración declara nulos e inválidos cualesquiera votos que el individuo haga, pero no los que haga respecto a otras personas. Los enemigos de los judíos han descrito mendazmente esta oración cual siendo una invitación a que se anulen obligaciones contraídas sin fuerza ni engaño. Algunos investigadores aseveran que Kol Nidré se creó para que los Marranos pudiesen desconocer la fe que los españoles les imponían. De todos modos, en ocasiones, sí sirvió para anular la conversión forzada. La música de Kol Nidré figura entre las más destacadas de la liturgia judía. Refleja el estado de ánimo solemne del cantor y de la víspera sagrada en la que se le recita.
Esta plegaria, que está escrita en arameo, se reza 3 veces. El Arca Sagrada abierta, los rollos de la Torá sostenidos por destacados miembros de la congregación, el silencio de santidad que priva entre los fieles, todos de pie y cubiertos con los blancos “Talitot”, y la voz aflictiva del oficiante le dan un ambiente grave y majestuoso.
