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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | De acuerdo a las últimas cifras del comercio mundial publicadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en septiembre pasado, el volumen de las transacciones mercantiles de mercancías solo aumentó 1.2% en el primer semestre del 2013 en relación al mismo periodo del 2012, previéndose que el avance será de 2.5% en el presente ejercicio, inferior al 3.3% estimado en abril pasado y ligeramente por arriba del 2.3% registrado en el 2012.

El lento crecimiento del comercio en los primeros seis meses del 2013 en buena medida estuvo motivado por la débil evolución de la actividad económica en las principales naciones del mundo, particularmente en las más desarrolladas, de aquí que también el Fondo Monetario Internacional (FMI) modificara sus proyecciones para el PIB global en el 2013 de 3.1% originalmente a 2.9%. Asimismo, el nuevo Director General de la OMC, Roberto Acevedo, considera que el menor ritmo del adelanto comercial se ha visto influido por el proteccionismo “que en el presente adopta formas difíciles de detectar”. No obstante, la OMC señaló que el comercio empezó a mostrar indicios de recuperación en el segundo semestre de este año, estimando que el mismo tendrá un alza de 3.8% en los últimos seis meses del 2013, la cual dependerá, en buena medida, de que continúe la recuperación, que aunque aún débil, se advierte en la Unión Europea (UE), que empezó a manifestar en el 2012, mejoría en la crisis de su deuda soberana.

Por otra parte, los datos para EUA, Japón y China también se evalúan como alentadores, lo que podría significar que la crisis económica ha tocado fondo; de aquí que el FMI consigne en su informe de octubre un alza del PIB mundial de 3.6% para el 2014, año para el cual la OMC proyecta un incremento del comercio mundial del orden del 4.5%, inferior a 5.4% de la media anual observada entre 1982 y el 2012.

En este contexto, la OMC mencionó en su informe anual 2013, publicado en julio pasado, que el futuro del comercio y del sistema mundial del comercio, dependerá de diversos factores económicos, políticos y sociales, con inclusión de la innovación tecnológica, las pautas de producción y consumo, así como el cambio demográfico. Para la OMC, desde hace tiempo el comercio manifiesta cambios relevantes en cuanto a su cobertura geográfica y a través de la producción por medio de cadenas de suministro internacionales, clara expresión del avance de los procesos globalizadores; así el comercio mundial lleva varios decenios con un dinámico crecimiento promedio, de casi el doble que el de la producción mundial.

La OMC enfatiza que uno de los motores del cambio estructural de la economía mundial se vincula a la innovación tecnológica, particularmente en materia del transporte y las comunicaciones, y que junto con la ascendente participación de la Inversión Extranjera Directa en todas las fases del proceso productivo, están permitiendo que la participación de un número mayor de países se integren a una red de intercambio más amplia. La acumulación de capital y la generación de conocimientos y tecnología que trae la inversión, también pueden facilitar que las naciones asciendan en la cadena de valor modificando sus ventajas comparativas. Paralelamente las inversiones en infraestructura pueden facilitar la integración de nuevos agentes en las cadenas de suministro.

En el Informe de la OMC se pone de relieve que para el futuro desarrollo del comercio será fundamental el papel que jueguen las diferentes instituciones económicas y políticas para que funcione la cooperación internacional; en este sentido, es vital la convergencia de la reglamentación del comercio entre países, misma que representa uno de los mayores retos para el sistema del comercio global. Igualmente, apunta que el futuro del comercio dependerá de la eficacia con que la política y las medidas de política respondan a cuestiones vinculadas con aspectos sociales como el desempleo y la desigualdad de ingresos, así como las preocupaciones ambientales.

En este marco destaca la creciente participación de las economías en desarrollo en el comercio global, que en el ámbito de las exportaciones pasó de 34.0% del total en 1980 a 47.0% en el 2011 y en las importaciones de 29.0% a 42.0% en ese lapso, en especial subió la participación de las naciones en desarrollo de Asia, con China a la cabeza. La OMC menciona que en condiciones económicas dinámicas y de apertura comercial, podría ser viable que el ritmo de crecimiento de la exportación y del PIB de los países en desarrollo duplique o triplique al de los desarrollados en las próximas décadas. No obstante, por lo pronto los miembros de la OMC tienen mucho por hacer para revivir la estancada Ronda de Doha iniciada en noviembre de 2001; es preciso que en la próxima Conferencia Ministerial de la OMC en Bali; Indonesia, de diciembre próximo, se den resultados concretos de las negociaciones multilaterales.