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BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | La oportuna y enérgica oposición de Israel al proyecto de acuerdo occidental, calificado por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, como “mal acuerdo”, porque Irán conseguiría todo, sin dar nada a cambio, llevó al Canciller de Francia, Laurent Fabius, a manifestar en plena Conferencia de Ginebra, que Francia no podía aceptarlo, ya que deseaba que Irán renunciara al reactor nuclear de Arak; objetó la falta de claridad al destino del uranio enriquecido por encima del 20%, que colocaría a Irán en condiciones de conseguir el material para una bomba atómica. Esto paralizó la marcha del borrador para un acuerdo que las potencias occidentales habían preparado. Indignados, en Irán hicieron saber que Francia actuaba por cuenta de Israel.

La Conferencia va a continuar el día 20 de noviembre.

En Israel, el Presidente Peres manifestó satisfacción por lo acontecido en Ginebra.

Mientras que el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dio una conferencia a la NBC, en la que manifestó, “No estamos ciegos y no somos estúpidos”. Estamos actuando en el interés de nuestro país y de todo el mundo, en particular de nuestros aliados como Israel y los países del Golfo. Subrayó: “EE.UU. agotará la vía diplomática para persuadir a Irán de que abandone sus ambiciones nucleares; luego enfatizó: “todas las opciones siguen sobre la mesa, entre ellas la militar.”

La desconfianza de Arabia Saudita hacia la política de EE.UU., por tratar de reducir la presión en contra de Irán, sin desarmarle y sin desmantelar las instalaciones nucleares, ha hecho que esté negociando con Pakistán, para que le venda bombas atómicas, para equilibrarse con Irán, que está a punto de obtener la bomba nuclear.

Se supo que Katherine Ashton, Jefa de la Diplomacia de la Unión Europea, solicitó la presencia en Ginebra de los Cancilleres de EE.UU., Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, más Alemania, lo que hizo pensar, que se había llegado al momento de firmar un acuerdo con Irán, pero Israel y Francia se interpusieron.

Ocho años de política iraní amenazadora, dispuesta a borrar del mapa a Israel, al que se calificó de cáncer que había que extirpar; la política de confrontación, provocación y amenaza, dirigida por el dictador Mahmud Ahmadineyad, que desarrolló un aparato agresivo, con el apoyo del Ayatola Jamenei, la Guardia Revolucionaria y un poderoso ejército, aviación, programa de cohetes y drones, los asesinos basiyís que aplastaron a sangre y fuego en 2009 a los reformistas que ganaron las elecciones; la fuerza naval y la expansión del partido político-religioso chií, sus ejércitos paralelos Jizb Alláh y Hamás y su expansionismo hacia América y los actos de terror en Buenos Aires poniendo explosivos a la Embajada de Israel en Argentina y la destrucción de la
Sede de la Mutualista Israelita AMIA, sin hacerse justicia, aparato terrorista y agresivo que debe desmantelarse, el cual es el refugio de los “duros”, que han aparentado silencio, pero esperan su momento para continuar sus actividades hostiles. Esta política es la que obligó a aplicar sanciones económicas a Irán conduciéndole a la ruina, causa por la que ahora trata de negociar con occidente, pero sin desmantelar sus instalaciones nucleares, lo que origina la resuelta oposición de Israel.

Irán posee 19,000 centrifugadoras; 6,600 kilos de uranio enriquecido al 5%; 200 kg. de uranio enriquecido al 20% y secretamente otra cantidad a mayor enriquecimiento.

Teherán debe aceptar la presencia de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), para que sus inspectores comprueben que no hay programa militar, lo que de sí, se observa que sí lo hay, por ello las enormes cantidades de uranio enriquecido. Se sabe que Yukio Amano, de la OIEA ha llegado a Teherán, para firmar un acuerdo de inspecciones. Además, Irán debe suscribir el Protocolo Adicional al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN).

En Ginebra se espera consensuar un acuerdo marco, con principios que sirvan de directrices para los negociadores técnicos, creando un clima que disminuya la desconfianza en los “duros” atrincherados en el programa nuclear.

La limitación al enriquecimiento de uranio se impone en Irán, La central de Bushehr, recibe de Rusia, el combustible nuclear necesario. Poner especial atención en las instalaciones nucleares de Fordo. Detener la construcción de la planta de agua pesada (H2 O3). El reactor que produce plutonio debe paralizarse y desmantelarse.

La información de prensa emanada de Ginebra durante la Conferencia que concluyó el 9 de noviembre (aniversario de la “noche de los cristales rotos” que anunció el genocidio hitleriano), indicó que “aún existían diferencias importantes” entre los negociadores.

Israel informó que el acuerdo proyectado, que se frustró en Ginebra, no le obligaba a respaldarlo. Hay analistas que consideran la posibilidad de que Jerusalén haga alianza con Riad, (Arabia Saudita).

El proyectado acuerdo, que se frustró con la oposición de Francia, había obligado al Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu a manifestar su oposición, antes de iniciarse la Conferencia de Ginebra, el cual dijo: Israel lo rechaza…..Este es un muy mal acuerdo…..hará todo lo que sea necesario para defenderse y defender la seguridad de su pueblo.

El Frente Internacional de Derechos Humanos considera necesario que en Ginebra se escuche la opinión de Israel, Arabia Saudita y el Consejo de Países del Golfo Pérsico, pues a todos ellos les preocupa el programa nuclear de Irán y su tendencia expansionista de tipo imperial.