Enlace Judío México- El miércoles 4 de diciembre del 2013 por la noche concluyó la festividad de Janucá, que dura ocho días. El grupo judío ortodoxo Jabad organizó en esta ocasión el encendido de la última vela en el Ángel de la Independencia; se trató de un evento abierto al público.
Todo este proyecto comenzó con la invitación del C. Alejandro Fernández Ramírez, Jefe delegacional en Cuauhtémoc, para que Jabad colocara la Janukiá y hiciera una fiesta como en muchos países alrededor del mundo.
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El rabino Joseph Maizlesh lo pensó mucho, y finalmente decidió: “¿Por qué no? Ésta es una celebración no religiosa; si se celebra públicamente en todo el mundo, qué mejor que hacerlo en México”.
Así comenzaron los trámites con la Delegación para los permisos (reproducidos en este artículo), tramitados por la persona encargada del Cuidado y Conservación del Monumento del Ángel de la Independencia. En dichos documentos, les indicó exactamente cómo y en qué lugar debe colocarse tanto la Janukiá como todo lo necesario para el festejo.
Fueron invitadas varias personalidades de la Delegación y de diferentes Embajadas; una representante de la Embajada de Estados Unidos en México estuvo presente y ofreció unas palabras. Cuando empezó a hablar, se le acercaron unos policías para callarla. Argumentó que representaba la Embajada de lo Estados Unidos y los policías se retiraron.
Se prendieron las velas ante cerca de 1.000 personas.
A los 15 minutos, autoridades aparecieron en escena y empezaron a grabar a los asistentes; pidieron apagar el candelabro judío, a la Vez que desalojaron a los asistentes. Se desmontó la Janukiá y los presentes fueron invitados a desalojar el Ángel de la Independencia; en minutos, la plaza lucía vacía.
Cabe mencionar que, en esta ocasión, el grupo Jabad había contratado a uno de los cantantes más famosos en el ámbito de la música judía religiosa de Nueva York.
Los presentes se retiraron desilusionados.
El argumento que dieron las autoridades: cantar en vías públicas es un delito.
