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Enlace Judío México- Mijail Kalashnikov, padre del legendario fusil AK47, arma que aparece en banderas y escudos de varios Estados (y la más utilizada en actualmente en el mundo), murió ayer a los 94 años en un hospital de la república rusa de Udmurtia donde fue ingresado por numerosos problemas de salud, convertido en una de esas personas que incluso vivo se convirtió en leyenda no solo en su país, sino en el mundo entero.

Nacido el 10 de noviembre de 1919 en el seno de una familia campesina, en un pequeño pueblo llamado Kurya en la región siberiana de Altai, en 1930 conoció la deportación junto a todos los suyos hacia la región de Tomsk por ser kulaks, un término despectivo que se aplicaba a los campesinos de la entonces Unión Soviética (1917-1990) considerados opositores a los valores de los bolcheviques, en particular a la “colectivización” forzosa.

En 1936, Mijail regresó a Kurya luego de terminar la primaria y comenzó a trabajar en una planta de maquinaria, y luego en una estación ferroviaria.

En 1938 fue llamado a su servicio militar obligatorio en el ejército soviético, lo que aprovechó para ingresar en una escuela de ingenieros mecánicos y conductores de tanques. Es allí donde se dedicó a sus primeros inventos, como el contador de disparos del tanque, una bocacha para la pistola TT para disparar desde el interior de la torre del carro blindado y un dispositivo para controlar el recurso técnico de los motores de tanques.

En 1941, año del inicio de la Gran Guerra Patria como es conocida la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en Rusia, fue llamado a filas del Ejército Rojo y en octubre resultó gravemente herido en una batalla.

Con el grado de sargento elaboró en unas vacaciones su primera pistola ametralladora y una carabina semiautomática, armas que entonces no llegaron a fabricarse en serie por el alto costo de su producción.

En 1945, Kalashnikov participó en un concurso para elaborar un fusil que pudiera disparar con un cartucho del año 1943, y entonces nació el famoso AK47 (acrónimo de Avtomat Kalashnikova, modelo 1947) que en 1947 es oficialmente “recomendado” como arma reglamentaria en el Ejército Rojo.

Dos años después, arrancó en la planta de la ciudad de Ijevsk la fabricación en serie de lo que se convertiría en el fusil número uno en el mundo, y ese mismo año Kalashnikov empezó su trayectoria profesional relacionada hasta el fin de sus días con esa planta. Precisamente en la planta de Ijevsk nació el AKM, sucesor de la serie AK, el AKMS con culata plegable, los AK74, AKS74U y AK74M, los últimos tres con un nuevo calibre de 5.45 milímetros en lugar de los anteriores 7.62.

A principios de 1960, Kalashnikov inventó el fusil semiautomático Saiga, que se labró gran fama en la URSS.

En 1994, el principal diseñador en la planta, conocida ya como Ijmash, fue ascendido a mayor general y le concedieron la Orden de servicios distinguidos a la Patria.

La marca Kalashnikov solo fue registrada en la Oficina Internacional de Patentes de Suiza en 1998, y su inventor nunca sacó beneficio económico de su creación.

En octubre de 2004, el presidente ruso Vladimir Putin condecoró a Kalashnikov con la Orden al Mérito Militar.

Además de decenas de órdenes y medallas en su país, el padre del AK-47 fue también condecorado en 2006 con la Orden Estrella de Carabobo de Venezuela por el presidente Hugo Chávez.

En noviembre de 2011, el entonces presidente ruso Dimitri Medvedev concedió la orden de Héroe de Rusia, la distinción más alta del país, a Kalashnikov, cuyo fusil describió como “uno de los mejores productos nacionales”.

A finales de octubre de 2012, Kalashnikov escribió una carta al presidente Putin para denunciar la mala gestión de la fábrica en la que trabajaba por parte de su actual directiva.

Ante su delicado estado de salud, sus hijos dejaron de mantenerlo al tanto de la situación en la fábrica, como cuando el ejército ruso anunció en 2011 que dejaría de comprar fusiles Kalashnikov por excesos de existencias en sus arsenales.

Uno de los veteranos más legendarios de la Gran Guerra Patria, Kalashnikov expresó en 2012 su deseo de celebrar en Berlín el 70 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi. “Reconozco que sueño con visitar Berlín en 2015 y tocar las murallas del Reichstag, a las que no conseguí llegar en el victorioso 1945 por una herida, cuando era sargento tanquista. Si Dios lo permite, cumpliré ese sueño”, dijo.

Fuente: milenio.com