Enlace-Judio-Red-social-Twitter_0130528_0033

SALVADOR SOSTRES

Enlace Judío México | Después de unos meses sin Twitter, y recuperado el sentido de la realidad sin la demencial interferencia de la cloaca de la red, porque Twitter no es más la alcantarilla virtual, con el catálogo completo de especímenes que la suelen habitar; un amigo muy entendido en estos asuntos me ha mostrado un estudio sobre cómo funciona este submundo.

La primera idea es que predominan los tarados y los que no tienen otra cosa que hacer, lo que es por cierto otro tipo de tara. Los tarados, con algún manifiesto defecto físico o con algún trastorno de personalidad, han hallado en Twitter su modo de relacionarse con los demás. En esta red social no tienen que presentarse ni es necesario que posean ninguna habilidad social. Pierden el temor a ser rechazados y pueden canalizar su enorme resentimiento contra el mundo a través de toda la agresividad que les quepa en 140 caracteres. En Twitter funciona muy bien la máxima de “Dime qué tara tienes y te diré por qué tienes tan mala leche”. Algunos se esconden bajo nombres y fotografías falsos; otros, los más cucos, ponen su nombre y una foto de su cara, y aparentan de este modo ser perfectamente normales. Pero si ampliáramos la foto “carné” veríamos el drama y todo lo comprenderíamos. Mi amigo me mostró, concretamente, el caso de un pobre hombre que mientras estuve en Twitter se dedicó siempre a insultarme. Su foto de carné ampliada permite ver la silla de ruedas donde vive postrado porque es tetraplégico. Lo lamento y le perdono.

Otro capítulo de este estudio en profundidad de mi amigo revela también que es bastante frecuente que un solo usuario controle diferentes perfiles, llegando al enfermizo extremo de usar uno para ensalzarte incondicionalmente y otro para insultarte sin piedad. Son personas con manifiestos trastornos mentales, y a algunos de ellos les ha sido reconocida la “incapacidad total” para trabajar y están debidamente subsidiados.

Hay mucha gente sola, mucha gente rota, mucha gente desesperada y ellos dirigen el tránsito en la cloaca de Twitter. Hay mucha gente que no está bien, y para la que Twitter es a la vez su escondrijo y su plataforma para exhibirse.

Muy pocas veces los debates generados exclusivamente en Twitter llegan a la realidad, y reaccionar a lo que sucede en Twitter como si realmente estuviera sucediendo es siempre temerario. En el mundo real, los pelotones de inadaptados que colman Twitter, permanecen por suerte en sus casas, salen poco o no salen nada, y no alteran el debate público, que sin ser ninguna maravilla es por lo menos superior al nivelón de Twitter.

La gente que no tiene nada que hacer está en Twitter. La gente que no tiene donde publicar se desangra en Twitter en busca de que alguien les haga por fin caso “porque la noche es larga cuando se apoya en los enfermos y hay barcos que buscan ser mirados para poder hundirse tranquilos”. Los que por su defecto físico tienen inseguridades de todo tipo y una mala leche fuera de control, que les impide ser simpáticos cuando quedan con gente, tienen en Twitter su plaza virtual y su posibilidad de relacionarse con los demás sin tener que dar explicaciones y pudiendo herir a todo el mundo sin consecuencias.

Twitter está tomado por el imperio de la alcantarilla. Hay excepciones e incluso altas excepciones, pero como artefacto está podrido y vivir pendiente de lo que allí se dice es poco audaz. Pocos ámbitos hay más tirados. Si fuera un baño, tendría el suelo atestado de jeringuillas.

Fuente:elmundo.es