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Enlace Judío México | Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, imparte clases de cábala y se considera un “descreído” de la política. Judío practicante tradicional, “sin fanatismos” como le gusta decir, Mario Javier Saban (Buenos Aires, Argentina, 1966), preside la asociación Tarbut Sefarad (cultura judía en hebreo). La próxima semana impartirá tres conferencias en Extremadura sobre los orígenes judíos, la ruptura entre esa religión y el cristianismo, y sobre la diáspora sefardí. Desde hace más de 15 años se dedica a la investigación histórica y teológica sobre los orígenes judíos del cristianismo, materias sobre las que tiene publicados varios libros y ensayos.

-Usted imparte clases de cábala, que según el diccionario significa explicar doctrinas ocultas de Dios mediante la exégesis de la Biblia. ¿Es correcto o hay algo más?

-En verdad la cábala está bastante mal definida en el diccionario, porque la cábala tiene relación con lo que se llamarían los misterios dentro del judaísmo. Tiene que ver con la tradición judía que se estudiaba en la época medieval y todavía se estudia y tiende, en líneas generales, a tratar de comprender el sentido de la vida de la persona y cómo se creó el Universo. Por tanto, la cábala tiene mucho que ver con la física y la psicología.

-¿Cuál es la principal enseñanza de la cábala?

-Tiene varias enseñanzas, pero la principal es que se puede permanentemente aumentar el nivel de conciencia.

-¿Por qué cree que decimos “hacer cábalas”, por darle muchas vueltas a las cosas?

-La verdad es que ha quedado en la tradición española “hacer cábalas” debido a que la gente que estudiamos cábala tenemos que pensar y darle muchas vueltas a las situaciones y para tratar de entender todo.

-¿Podríamos entenderlo también como un técnica adivinatoria?

-Hay un tipo de cábala que se denomina práctica, pero lo de adivinatorio habría que intentar explicarlo. En verdad, lo que estaría diciendo la cábala no es que la persona adivina, sino que podría captar el futuro y el pasado al mismo tiempo, porque vivimos en el tiempo y en el espacio, y se puede pasar a una frecuencia donde no hay tiempo ni espacio y por tanto se podría ver el futuro y el pasado.

-¿Es el hebreo la lengua de Dios?

-Para rezar a Dios, Maimónides dice que se puede hacer en todos los idiomas. Lo que sucede con el hebreo es que tiene una correspondencia numerológica que permite hacer cálculos matemáticos con el idioma.

-Usted sostiene que Jesús era judío y sin embargo en occidente siempre se ha dicho que fueron precisamente los judíos quienes le mataron. ¿Cómo se justifica todo esto?

-Yo he publicado varias obras sobre este tema, que estuve investigando durante doce años. Al principio Jesús era judío, con sus seguidores todos judíos; y en Jerusalem le recibió gente judía. Pero cuando el imperio romano se hace cristiano ya no puede justificar que él mismo mató a su propio Dios. Entonces la culpa recayó totalmente en los judíos. Eso sería a partir del año 180, cuando un señor llamado Melitón de Sardes dijo que los judíos habían matado a Jesús, generalizando esa acusación a todo el pueblo judío, lo que gracias a Dios terminó cuando Juan XXIII, en el Concilio Vaticano II, dictaminó que no había responsabilidad alguna de una participación colectiva del pueblo judío en la muerte de Jesús.

-¿Qué hay de cierto en que Jesucristo observaba el sábado y sin embargo el cristianismo recuerda su resurrección en domingo?

-Jesús observaba el sábado dentro de una línea donde se podía curar enfermos en sábado. Lo que sucedió es que con la entrada de los gentiles a principios del siglo II, se tomó la decisión de diferenciarse del judaísmo descansando otro día, concretamente el domingo. Este es el primer día de la semana del calendario hebreo, y como el Mesías era judío, no podía violar el sábado, sino que tenía que resucitar un día después. Hay una carta apostólica de Juan Pablo II donde la Iglesia católica admite en 1991 que en el siglo I, casi todos los cristianos, siendo judíos ellos, observaban el sábado.

-Pero en el Nuevo Testamento nos encontramos con que Jesús violó el sábado curando enfermos…

-No violó el sábado. Jesús interpretaba el sábado. Esa es una interpretación de la Iglesia católica.

-¿Cree que la sociedad, especialmente la española, es antijudía? O dicho de otra manera, ¿son los españoles antisemitas?

-Creo que no. Aquí lo que sucedió es que con la expulsión de 1492, como no quedaron oficialmente judíos en España, se creó toda una mitología. Pero por las conferencias que ofrezco y encontrándome con tanta gente católica por todos lados, creo que el español medio tiene más ignorancia del judaísmo que una actitud contraria hacia él.

-Con eso quiere decir que todo se basa en la ignorancia…

-Es un tema de no conocer el judaísmo y de no tener tampoco contacto con judíos. En España, con 47 millones de habitantes, solo 30.000 son judíos, con lo cual poca gente en el colegio va a tener hasta la universidad ningún contacto con alguna persona judía. Es algo muy diferente a lo que ocurre en Francia o en Estados Unidos, donde prácticamente todos tienen algún compañero o algún amigo judío. Para esa gente el judaísmo no es algo oculto o extraño. Aquí en España, y después de 500 años, con la extirpación de las comunidades judías y la persecución de la Inquisición, ocurre todo lo contrario. En definitiva, creo que hay más ignorancia que antisemitismo.

-¿No cree que parte de culpa de ese llamémosle ‘odio al judío’ la tiene la política que está haciendo Israel?

-No, porque antes de la creación de Israel, el odio al judío existía igual.

-¿Tenemos por lo general envidia del judío por destacar este en numerosas facetas?

-Eso sí. Es una de las raíces del antisemitismo. El judío es un pueblo de mucho progreso, de mucho trabajo, de mucho ahorro; de intentar estudiar permanentemente y trabajar. Por eso, que en un aula de 20 niños uno destaque, a veces genera envidias. El judaísmo no alcanza los 15 millones de habitantes en el mundo y sin embargo casi el 50% de los Premios Nobel han sido obtenidos por judíos. Eso, más que motivo de orgullo, lo es de reflexión, de por qué un pueblo tan pequeñito a lo largo de la historia ha dado personalidades tan potentes en la cultura o en la economía. Pero esa es la tradición educativa del pueblo judío: siempre hay que progresar.

-¿Por qué hay cada vez más ultraortodoxos del judaísmo?

-Las tres religiones han girado en los últimos tiempos hacia situaciones bastantes conservadoras. En el Islam ha crecido mucho el fundamentalismo; en la Iglesia católica, en los últimos años movimientos como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo han tenido cierta relevancia; y la subida de la ultraortodoxia en el judaísmo está en el marco de un giro hacia los fundamentalismos en las religiones.

-¿Cree en la Alianza de Civilizaciones, como algunos han propuesto?

-Las civilizaciones, para tejer una alianza, deberían tener una reciprocidad. Si se puede construir una mezquita o una sinagoga en España, se tendría que construir una iglesia o una sinagoga en Arabia Saudí. Hasta que no lleguemos a una situación de reciprocidad no puede haber Alianza de Civilizaciones.

-En España el nuevo currículo escolar apuesta por la Religión católica y relega la Historia de las Religiones. ¿No perjudica eso a su proyecto de expandir la cultura judía en nuestro país?

-Es un grave problema el de la educación en España porque nosotros pretendemos que se conozca el judaísmo desde pequeño. Es verdad que afecta a todo el trabajo que estamos haciendo de difundir la cultura judía, porque solo podemos llegar a adultos. En general, hay una gran ignorancia con lo que aquí ocurrió con la Inquisición. El Holocausto judío se está estudiando mucho en las escuelas, pero en España, respecto al resto de Europa, parece que haya una política de lavarse las manos de lo que ocurrió aquí con la Inquisición. Un tribunal que mató a más de 75.000 judíos, según dice Juan Antonio Llorente (el último secretario de la Inquisición española, que se refugió en París por afrancesado), es una historia que hay que rescatar porque aquí hubo muchos muertos judíos que son parte de la historia española.

-¿Qué cree que le interesa más al ciudadano, la religión o la mística?

-Estoy casi convencido de que la mística, porque las personas están en busca de la espiritualidad. Es más, hay un gran movimiento de gente laica, no religiosa, que igual busca la espiritualidad. La persona tiene una espiritualidad innata y en los últimos siglos la religión se ha esforzado mucho en la política.

-Según su parecer, ¿es sinónimo sabio de inteligente o son conceptos distintos?

-Son conceptos totalmente distintos. El inteligente tiene una organización mental pero no es necesariamente sabio. El sabio debe de tener ciertas características que el inteligente no posee. La sabiduría, por ejemplo dentro de la cábala, requiere una gran dosis de humildad para ser sabio; para tener conciencia de todo lo que nos falta saber. A veces el inteligente cree saberlo todo o tiene ciertos puntos de soberbia. Son cosas diferentes.

-Viene a dar unas conferencias a Extremadura. ¿Cree que en estas tierras hay interés por lo hebreo o nos quedamos en las sinagogas como lugares meramente turísticos?

-Creo que hay mucho interés. Extremadura está llena de antepasados conversos. No sé qué extremeño no tiene un antepasado judío converso, porque de la gran cantidad de apellidos de las listas de judíos perseguidos por la Inquisición están casi todos en esta comunidad. Durante muchos siglos este tema fue ocultado y la gente a la vez oculta que tiene tradiciones judías. Va a ser una gran sorpresa que lleguemos a Extremadura por primera vez en más de 500 años y que mucha gente se nos acerque y nos explique muchas tradiciones judías que las familias por miedo todavía las mantienen ocultas.

-¿Qué puede destacar del mundo hebreo-extremeño?

-Había grandes juderías en Extremadura, muy asociadas a la influencia castellana. Las grandes líneas de la mística hebrea fueron muy fuertes en esta comunidad y durante el escape hacia Portugal en 1492 muchos se quedaron en lo que se conoce como La Raya. Algunos pasaron a Portugal y cuando los perseguían allí, volvían a Extremadura. Podemos afirmar que durante muchos siglos hubo un judaísmo bastante vivo en Extremadura. Incluso en el siglo XVII muchos judíos portugueses, huyendo de la Inquisición portuguesa, volvieron a Extremadura.

-¿Qué fue lo más relevante que aportaron aquí?

-Bastantes rabinos y eruditos han estudiado el tema, entre ellos Marciano de Hervás, y se ve la influencia judía en el comercio, en la medicina y en casi todas las áreas del desarrollo de la burguesía medieval.

Fuente:lacronicabadajoz.com