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Enlace Judío México | 20 de enero 2014.- La ONU ha retirado su invitación oficial a Irán a participar en la conferencia de paz sobre Siria, conocida como “Ginebra-2”, que se iniciará este próximo miércoles después de que la oferta haya provocado una repentina crisis a pocos días de que se produzca.

La decisión se ha producido después de que este domingo el secretario general de la organización, Ban Ki moon anunciase la invitación. “Creo firmemente que Irán debe ser parte de la solución a la crisis siria ” aseguró Ban. Finalmente, el secretario general de la ONU ha decidido que esa reunión “tendrá lugar sin la participación de Irán”, ha afirmado el portavoz del secretario general, Martin Nesirky, en una breve declaración a la prensa.

Ban hizo el anuncio después de mantener conversaciones con el jefe de la diplomacia iraní Mohammad Javad Zarif, quien mostró su disposición a participar en la cumbre de Suiza.

No obstante, la agencia oficial ISNA ha puntualizado que Teherán no acepta “precondiciones” respecto al contenido de las negociaciones, en referencia a la petición de la oposición de que Bachar al Asad deje el poder. Irán es el más firme aliado internacional del régimen de Damasco.

La oposición se opone y EE.UU. pone condiciones

La Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal organización opositora, ha exigido en su cuenta en la red social Twitter que la ONU retire la invitación y ha advertido que si Irán está presente en Ginebra-2, ellos se retirarán. De hecho, según informa en exclusiva la agencia Reuters, la oposición ha dado de plazo hasta las 20.00 de este lunes para que se retire la invitación a Irán. De lo contrario, se marcharán de la conferencia.

En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU este lunes, Ban ha dicho que están teniendo lugar conversaciones de urgencia para intentar llegar aun acuerdo.

La oposición cedió finalmente a las presiones internacionales y decidió el pasado sábado en Estambul su participación en la conferencia. Sin embargo, siempre ha rechazado la participación de Teherán, al que considera un valedor de Asad.

Por su parte, EE.UU. ha puesto como condición que Irán acepte la declaración aprobada en la primera conferencia de Ginebra, celebrada el 30 de junio 2012, y que abogaba por el establecimiento de un gobierno de transición.

El ministro británico de Exteriores, William Hague, también ha pedido a Teherán que “apoye de forma pública” dicho proceso de transición, que aún no se ha iniciado.

Mayor presencia internacional en la conferencia

Con la asistencia de Irán, todos los países claves vinculados de una u otra manera al conflicto estarán presentes el miércoles en Montreux (Suiza ) en la apertura de la conferencia, que se convoca por iniciativa de los Estados Unidos y Rusia.

Ban ha confirmado que también acudirán como invitados a la conferencia Australia, Bahrein, Bélgica, Grecia, Luxemburgo, México, Países Bajos, Corea del Sur y el Vaticano.

Los estados invitados este domingo se sumarán a la treintena de países con los que se contaba previamente. Ban ha asegurado que en los últimos días ha hablado con numerosos líderes de todo el mundo con el objetivo de generar la mejor atmósfera posible para la conferencia.

España también asistirá y su representación estará encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo.

La ONU busca una solución negociada

El secretario general de la ONU ha instado a que esa reunión envíe un mensaje unido en favor de una solución negociada a la guerra civil siria.

“Después de casi tres años de devastación y tras muchos meses de discusiones sobre la conferencia, ha llegado el momento de que las partes sirias, la región y la comunidad internacional se unan en favor de una solución política basada en el comunicado de Ginebra”, afirmó.

El secretario general ha señalado su esperanza de que esta “mayor presencia internacional” en el día de inicio de las conversaciones” sea una muestra más de solidaridad importante y útil de cara al duro trabajo que las delegaciones del Gobierno y la oposición de Siria iniciarán dos días después en Ginebra”.

Tras abrirse en Montreux en forma de plenario, la conferencia se trasladará a Ginebra el viernes 24 ya con reuniones entre actores específicas.

Las conversaciones están destinadas a llevar al Gobierno sirio y a la oposición a la mesa de negociaciones por primera vez casi tres años después de que comenzara la guerra civil, que ha causado ya al menos 130.000 muertos.

El presidente Bachar el Asad, se permitió ayer, en una comparecencia pública recogida por los medios oficiales, advertir de que su país no tolerará las ideas islamistas radicales, “que no sólo amenazan a Siria sino a toda la región”. Ese será el papel de El Asad en una cumbre que él quiere que sea la de su rehabilitación: presentarse como la contención del avance del yihadismo en Oriente Próximo, una mano dura en la que Occidente puede confiar.

Mucho ha cambiado el balance de poder en Siria desde la primera cumbre de paz, conocida como Ginebra I, celebrada en junio de 2012. Entonces se reunieron en Suiza enviados de Estados Unidos, Rusia, Naciones Unidas y la Liga Árabe, entre otros. En su comunicado conjunto, el denominado Grupo de Acción para Siria pidió entonces una transición política inmediata, con “medidas irreversibles de acuerdo con un calendario fijo y establecido”. Lo único fijo y establecido, tras 19 meses, es que partes del país como Alepo y Homs están en ruinas y nueve millones de personas han huido de sus hogares ante semejante destrucción, 2,4 millones al extranjero. Ni siquiera el bando rebelde tiene un liderazgo unificado que pueda responder por todos los opositores.

Fuente:rtve.es/elpais.com/