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El historiador mexicano Enrique Krauze, señaló que el actual presidente venezolano, Nicolás Maduro es una especie de caricatura de Chávez que no estaba preparado para encarar las consecuencia.

Enlace Judío México | Hugo Chávez fue un líder político que tenía una vocación genuina de ayudar a la gente pobre, pero los medios económicos que utilizó arruinaron a Venezuela. Es una paradoja cruel que en el país petrolero más rico de América la gente esté haciendo fila para comer, señaló el historiador mexicano Enrique Krauze.

“¿Qué pasó allí”, pregunta, y de inmediato responde: “Pasaron mil millones de dólares que no sabemos dónde quedaron”.

En el marco del primer aniversario luctuoso del ex presidente venezolano, uno de sus críticos más tenaces en México recordó que Chávez se adueñó de los poderes Legislativo y Judicial, lo mismo que de la autoridad fiscal y electoral de su país, “con ese caudillismo estoy en completo desacuerdo”.

En el terreno de la libertad de expresión, Krauze llamó a la memoria histórica de los mexicanos, “ya que en un país donde sufrimos al PRI de los 60, 70 y 80 no podemos dejar de condenar la represión a estudiantes”.

Sin embargo, dijo que sería tonto no reconocer las cosas buenas de Chávez, quien falleciera el 5 de marzo de 2013, tras una prolongada batalla contra el cáncer.

– ¿Y sobre el presidente Nicolás Maduro, su sucesor…?

– Maduro es una especie de caricatura de Chávez que no estaba preparado para encarar las consecuencias de una mala política económica.

“Un gobierno así es malo, pero hay que aguantarse hasta que termine ese gobierno malo, a menos de que las leyes permitan que se vaya antes. Pero lo que no podemos admitir es que ese gobierno malo, además de ser malo, reprima la protesta y la libertad de expresión”, sentenció Krauze a propósito de las recientes movilizaciones en Venezuela contra el gobierno de Maduro, que han dejado al menos 18 muertos.

Krauze fue entrevistado al término de su participación en el encuentro “Vistas y Revistas”, organizado por la embajada de Francia en México en la sede del Fondo de Cultura Económica.

Fuente:eluniversal.com.mx