ALFONSO M. BECKER (MIAMIDIARIO.COM)

ALFONSO M. BECKER

Enlace Judío México | Cuando Nicolás Maduro se hizo con el poder en Venezuela, todo el escaso contenido de su bóveda craneana reaccionó como insuflada por una bomba de insulina ante la dulce sensación del poder. La débil instancia psíquica que se reconoce como su yo, parcialmente consciente y que debería controlar la motilidad y mediar entre los instintos del ello, se hizo aparente aunque no tuviera ni puñetera idea de lo que significaban los ideales del superyó o la realidad del mundo exterior… pero el propietario de un abyecto cerebro se reía de todo eso porque su comandante manipulador ya le hizo comprender que no hay nada en este mundo que le guste más a una chusma, hambrienta de estómago y de educación, que uno de los suyos, un ignorante que conducía vagones del metro sin formación para conducir nada, subiera hasta la cima como ejemplo para toda una legión de desesperados, de que es posible pasar de la nada hasta lo más alto como si de una simple inyección de esperanza se tratase. El coronel de blindados Hugo Chávez había sido capaz de crear toda una corte en Caracas para una nueva élite millonaria formada por sus familiares y amigos. Hugo Chávez se lo dejó bien claro: “el problema no es el pueblo ignorante, a esos los puedes controlar con una milonga…” Lo que quería decirle a su delfín era que una cosa es un ignorante sin cultura y formación alguna y otra cosa eran los políticos en el área internacional… Chávez sabía que en cuadrilátero de la diplomacia había que saber golpear y luego mantener la distancia, saber cubrirse y “bailar” alrededor del contrincante para que no te deje noqueado.

Pero Hugo Chávez ya tenía el aliento de la muerte en el cogote y una agresiva medicación en su cuerpo que lo incapacitó por completo para elegir un sucesor adecuado en el “negocio”. Ante la presión de una horrible enfermedad, más que pensar en dejarlo todo atado con militares y cubanos, pensó sobre todo en proteger el futuro de sus familiares y de sus respectivas fortunas… y su besatraseros rastrero más cercano era Nicolás Maduro, casi de la familia… Pero el comandante en jefe ya no sabía distinguir entre un delfín y un boquerón podrido; el grado de ignorancia de Maduro solo le permitía cacarear como un gallina entre los lobos milicos que se habían adueñado del tesoro de Venezuela y todo su nuevo oficio de cocinera bolivariana cuartelera consistía en agradar a los machos pistoleros repitiendo como un loro la milonga populista de una revolución inexistente y de un futuro negado para la ciudadanía. Pero si Maduro era el ama de llaves cuartelera, que debutó como presidente con su lenguaje zafio, vulgar y grosero… los intelectuales de pacotilla repartidos por medio mundo que señalaron a Venezuela como el centro de la revolución proletaria mundial, eran las madamas nostálgicas de un mundo de engañabobos en el que sus ripios y peroratas podían tener salida como una suerte de composición musical folclórica de ritmo muy apagado y tono nostálgico perfectamente apropiado para un rebaño del que también se pueden aprovechar para llenar la panza. Les daba igual que unos mafiosos asesinos hubieran dado un golpe de estado, les daba igual que mataran a opositores, que hicieran desaparecer a los críticos y violaran a mujeres de forma comercial en la trata de blancas o como método de terror contra las familias indefensas; callaban como meretrices políticas dando por seguro que su título de catedrático de economía o licenciado en periodismo era un salvoconducto para convertirse en palmero de una banda de malhechores; pensaron que si un premio Nobel alemán era capaz de decir que Israel debería desaparecer de la faz de la tierra… por qué no declarar apoyo incondicional a unos gangsters que tienen la sartén por el mango y se habían autoproclamado herederos de una revolución que solo pueden entender pero no explicar ni definir ellos…

Esa “zorra” política, en el sentido de astuta y solapada, que es el actual presidente de Venezuela, jaleado por el mariachi bolivariano y aplaudido por un aberrante coro de impostores intelectuales de la más baja estopa, se sintió poderoso y creyó que arropado con toda esta gentuza que los aplaudía era posible ocultar que toda la familia de Chávez es multimillonaria a costa del tesoro público y que ellos también lo son ahora porque recorren el mismo camino tomando las riendas de la “empresa”… Ninguno de estos hijos del cuento bolivariano que despotrican contra el “imperio”, contra el capitalismo, contra los gobiernos mundiales en la sombra y contra los extraterrestres, tienen agallas intelectuales para mostrarle al pueblo venezolano y a la opinión pública mundial la verdadera cara de este montaje manipulador de unos ladrones profesionales que lo están robando y destrozando todo; ninguno describe la tremenda agonía de unos venezolanos sometidos por unos pistoleros aliados de traficantes de armas, narcóticos y tratantes de mujeres; especuladores fronterizos con la comida y el abastecimiento del pueblo venezolano; ninguno de estos escribientes de mala muerte describe la utilización del terrorismo de estado por parte de un gobierno, que se hace llamar bolivariano y socialista, como si Bolívar hubiese sido socialista en algún momento de su vida y como si existiese en Venezuela sistema alguno de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución de los bienes entre los ciudadanos… “Malditos sean todos los impostores intelectuales que se han atrevido a decir que esto es socialismo” diría el Che Guevara… aunque conociendo la vida y obra del Che, yo creo que cortaría por lo sano pegándole un tiro a más de uno…

Nadie de estos “expertos” analistas habla o escribe de estos socialistas de opereta que están, todos los días, cercando universidades, matando estudiantes, allanando domicilios de opositores, desintegrando la prensa libre, haciéndose dueño y amo de todos los medios de difusión, utilizando como arma política, el crimen el saqueo y la violencia extrema para aterrorizar a la población en comandita con la peor ralea de delincuentes y asesinos que pulula en Venezuela; ninguno de estos “opinadores” de tan baja calidad moral, describe nunca cómo esta pandilla de farsantes ha logrado aprontar las estrategias de dominio necesarias para una empresa represiva y de exterminio social que ha culminado con la destrucción comercial e industrial, sin contraer obligación mercantil alguna… Ninguno de ellos hablan de los miles de venezolanos que tuvieron que salir con lo puesto de Venezuela para venir a buscarse la vida en España, en Estados Unidos y en muchos otros países porque no se puede vivir entre tanta violencia, con tanta miseria y con la morgue de Caracas repleta de cadáveres… y ninguno de esos que se titulan ellos mismos “analistas” y que no son más que opinadores de medio pelo -permítanme la expresión- tiene ni formación, ni educación, ni siquiera cojones para explicarnos qué clase de revolución es esta…

Explicar lo que pasa en Venezuela es tan sencillo como mostrarle al mundo lo que sucede en los países de Latinoamérica cuyos mandatarios apoyan a un tirano fantoche que ya se ha convertido en un asesino de masas: Cristina Fernández de Kirchner, esquilmando y destruyendo Argentina, el cocalero y cortito de entendimiento Evo Morales en Bolivia y el sinvergüenza y manipulador histriónico de Rafael Correa en Ecuador, son un claro ejemplo… todos bailan el mismo tango… todos despotrican contra los yankees o contra los colonialistas españoles y europeos mientras guardan sus miles de millones de dólares robados a sus ciudadanos que solo piden democracia. Todos ellos ya están viendo las orejas del lobo si cae el degenerado farsante de Caracas.

Toda esta farsa de políticos histriónicos, que son un insulto a la inteligencia, ni siquiera saben que vivimos otros tiempos porque se sostienen embriagados de poder absoluto y narcotizados por la corte de ladrones que forman sus gobiernos. No saben que existe una forma correcta de gobernanza aunque se les ha avisado que ha llegado la hora de limpiar la propia casa sin esconder la mierda debajo de la alfombra. Desde Europa y desde Estados Unidos, se les ha pedido que reaccionen, declaren y se posicionen correctamente sobre el crimen y el terror estatal impuesto por Nicolás Maduro. Se les está pidiendo por caridad que digan algo más “sustancial” que la baladronada que están acostumbrados a rebuznar como lo hace el impresentable fanfarrón y hablador con cotorras que, siendo un cobarde, como Nicolás Maduro, blasona de valiente… Se les está advirtiendo desde la comunidad internacional que un país, en estos tiempos que vivimos, no es una finca particular donde puedes robarlo todo y utilizar el derecho de pernada… Se les está avisando de que el tiempo se acaba para los malvados y que después de Maduro podrían caer ellos…

El asesino de Caracas, perturbado y aturdido por sus propias representaciones de apoyo populista y ridícula aura superrevolucionaria, ni siquiera se ha enterado que ya están aquí sus Idus de Marzo… le expliqué hace dos años que irían a por él si no hacía bien su trabajo pero él siguió matando españoles y venezolanos. Rodeado siempre de matarifes tan ineptos y falsarios como el presidente de Venezuela, este Nicolás Maduro, se limita ahora a dar una de cal y otra de arena como el que frena y acelera conduciendo el país a trompicones; llama asesino a John Kerry para posteriormente ofrecer una reanudación de relaciones diplomáticas; amenaza a Barack Obama con una “revolución” latinoamericana si se mete donde no le llaman… este perturbado no solo tiene alteradas sus facultades mentales sino que definitivamente es idiota si cree que alguien va a mover un dedo cuando lo quiten de en medio. Denomina a Miami “gusanera” como lo hacía la chusma cubana que ahora parece estar más modosita, es decir, guardando modo y compostura de ademanes porque sabe lo que le conviene.

Mientras Nicolás Maduro juega a ser un líder revolucionario global (para cagarse de risa) no se ha dado cuenta que tanto el pueblo venezolano como los pistoleros que siempre le acompañan, le están preparando el patíbulo… ya ha llegado hasta los Servicios de Inteligencia europeos la información de que hay un sector del ejército que quiere “eliminarlo” porque el conductor del metro ha llegado a la última estación, lo ha llevado todo al borde del precipicio. Las ratas que le rodean ya empiezan a abandonar el barco porque también se han enterado de que en el SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) hay muchos agentes que se han posicionado con sectores militares para quitarlo de en medio. El problema que enfrenta Maduro es que al saber demasiado y ser un bocazas ya está condenado… nadie quiere arriesgarse a que un parlanchín de feria “cante” todos los crímenes cometidos y todas las atrocidades que ahora están pasando.

Son muchos los que ahora te quieren matar, payaso bolivariano.