Entrevista a Marcos Shabot

Enlace Judio México- En une bella ceremonia, se realizó el cambio de Presidente del Comité Intercomunitario de Honor y Justicia, en la que el nuevo titular rinde protesta formal ante autoridades comunitarias y nacionales.

Éstas son las palabras pronunciadas por el Arq Marcos Shabot, en ocasión de dicho evento:

Saludo con afecto a los integrantes del presídium que nos acompañan esta noche: Sr. Salomón Achar, Sr. Eduardo Cherem, Arq. Jack Schidlow, Rabino Shelomó Tawil, Ing. David Leizorek, Ing. Boris Zyman y Lic. Isidoro Sirazi.

Es un honor contar con la presencia del Lic. Edgar Elías Azar, magistrado presidente del Tribuna Superior de Justicia del Distrito Federal, buen amigo de la Comunidad Judía de México. Sea usted bienvenido.

De acuerdo a la tradición judía, es un elemento central para garantizar la paz entre nosotros y con nuestros vecinos. Está escrito en Levìtico: “No harás injusticia en el juicio, no favorecerás al menesteroso y no glorificarás al poderoso. Con justicia juzgarás a tu compañero”.

Desde que los primeros judíos emigraron a este maravilloso país que nos recibió y nos permitió desarrollarnos con libertad y respeto, hubo quienes se abocaron a trabajar para que hubiera Shalom en nuestros hogares, intentando solucionar conflictos tanto familiares como comerciales, como fue el caso, entre otros, de los señores Jacobo Fasja, Shimshon Feldman, José Shteremberg, Marcos Kibrit y Jaime Mitrani.

Con el transcurso del tiempo y el desarrollo comunitario, fue necesario institucionalizar esta importante labor a través del establecimiento de Comités de Honor y Justicia, integrados por personas con gran capacidad, con formación diversa, que dedican su tiempo incondicionalmente, con el fin resolver conflictos y diferencias que se generan todos los días.

A través de la intervención de estos comités, se ha resuelto un incontable número de casos. Su eficiencia, profesionalismo y su honestidad, les han valido el reconocimiento y el respeto de todos.

En el año 2002, surgió la necesidad de crear una Comisión Intercomunitaria de Honor y Justicia para resolver los conflictos entre miembros de distintas comunidades.

Esta noche, tengo el privilegio de recibir la estafeta de David Leizorek, un hombre inteligente, sensato y muy prudente, que le imprimió su sello personal. Gracias a su dedicación y siguiendo el ejemplo de quienes lo antecedieron, la Comunidad Judía cuenta con una institución ejemplar, fuerte y respetada, cuyos veredictos son reconocidos tanto a nivel interno como externo.

Mi reconocimiento a David por la labor que realizó con gran entrega, así como al Lic. Roberto Ben Ezra quien fungió como secretario por más de diez años, y ahora se incorpora a la nueva mesa directiva.

Es un orgullo para mí presidir esta importante Comisión que, a la fecha, ha funcionado con excelencia. Representa una enorme responsabilidad, por lo que agradezco al Ing. Boris Zyman quien aceptó ser vicepresidente y al Lic. Isidoro Sirazi, quien fungirá como secretario.

Sé que ésta es una labor de muchos y es un honor contar con la ayuda de los Comités de Honor y Justicia de las distintas comunidades, que son quienes realizan con eficiencia el trabajo más intenso.

Seguramente aprenderé mucho de todos ustedes: Simón Salame de la Comunidad Monte Sinaí, Boris Ruzansky de la Kehilá Ashkenazi, Isaac Cherem de la Comunidad Maguén David, Carlos Sandoval de la Comunidad Sefaradí, Daniel Gervitz de la Comunidad Bet Israel y Armando Jinich de la Comunidad Bet El, así como de los hombres y mujeres que los apoyan en su trabajo.

Siempre he pensado que la riqueza del yishuv mexicano es su gente, en los miles de voluntarios que dedican su tiempo a ayudar al prójimo. Entre éstos destacan ustedes, que realizan tan sensible labor.

Buscar la paz entre las personas que se encuentran en un conflicto constituye un objetivo de reconocido valor moral y de elevada responsabilidad. Los exhorto a continuar activos buscando ante todo la sana convivencia, con el fin de que la Comunidad Judía de México continúe siendo un ejemplo.

Que podamos transmitir a las nuevas generaciones los principios y valores de jesed, (ayuda) tzedek (justicia) y Shalom (paz) que nos legaron quienes nos precedieron.

Agradezco nuevamente el honor que se me confiere y me comprometo a trabajar con responsabilidad y honestidad en beneficio de todo el yishuv.