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Enlace Judío México | Aunque el nombre de Haifaa al-Mansour no es famoso, pasará a la historia porque es el de la primera mujer árabe que dirige una película enteramente en Arabia Saudita.

Haifaa tiene 39 años y el filme La Bicicleta Verde (Wadjda, que se estrena en México el 10 de abril) es el orgullo de su carrera.

Esto, porque más allá de haber sido reconocida por la crítica occidental con más de 20 premios internacionales, logró superar las barreras al ser una mujer árabe y elegir libremente su destino, impulsando con ello una industria que, sencillamente, a los hombres de su país no les interesa.

“Las mujeres trabajamos duro para cambiar la situación y aunque hay barreras, tenemos seguridad. Sé que es difícil, pero los cambios no ocurren de la noche a la mañana, tomará tiempo”, aseguró la cineasta en entrevista.
Admite que ha enfrentado los retos de su vida como su pequeña protagonista, Wadjda (Waad Mohammed), una niña de 11 años que se empeña en tener una bicicleta para competir contra un niño pero que no es apoyada por sus padres o maestros bajo la hipótesis de que si usa una bicicleta podría perder la virginidad.

La pequeña usa zapatos diferentes a los demás, se niega a usar velo y es astuta para los negocios.

Uno de los más grandes obstáculos artísticos de Haifaa fue dirigir las escenas a distancia, frente a un monitor, pues en Arabia las mujeres no se mezclan con hombres en espacios públicos.

“Filmarla y dirigirla fue muy, muy difícil, porque tuve que estar en la camioneta, ya que hombres y mujeres no se mezclan. Aunque yo quería estar afuera.

“La dificultad creció porque, allá, la gente no está acostumbrada a que se filmen películas en la calle, los programas de televisión se graban en un set y por eso no saben qué hacer, se ponen nerviosos”, relató.

No obstante, logró el apoyo del Príncipe Al Waleed, miembro de la familia real saudí, cuya fortuna se estima en 20 mil millones de dólares.

“El Príncipe Al Waleed patrocinó la película con la productora Rotana, que es de las más grandes en el Medio Oriente. El resto del dinero vino de Alemania.

“La compañía (Rotana) nos ayudó porque éramos mujeres con voz. De otra manera, la película nunca habría salido, especialmente porque en Arabia hay muchísimas personas renuentes a producir cintas como la mía”, expresó.

Y aunque Haifaa no se considera un modelo a seguir, está segura de que su trabajo puede ser un parteaguas para que otras mujeres decidan desarrollar la carrera que les apasione.

“Tal vez soy un mal ejemplo”, bromea. “Me gustaría que sepan que pese a las críticas y los intentos de otros por detenerte, tienes que seguir y hacer que las cosas pasen”.

Fuente:laverdad.com.mx